El ambicioso proyecto que promete devolverle infraestructura al circuito de las Yungas sigue avanzando. La obra de recuperación de la Primera Confitería, ubicada al pie del cerro San Javier, tiene como fecha de inauguración el 19 de noviembre, según indicó Sebastián Giobellina, presidente del Ente Tucumán Turismo. Mientras tanto, el equipo de construcción mantiene altas las expectativas y procura terminar lo más pronto posible.
“Estamos al límite, así que depende de lo que nos ayude el tiempo. Posiblemente para fin de mes o un poco más ya hayamos terminado”, expresó Daniel Benke, encargado de la obra. Mencionó que son alrededor de 60 obreros los que trabajan ocho horas diarias -a veces más- en el edificio histórico, declarado Patrimonio Cultural. El grupo inversor Hotel Bicentenario SA es la empresa a cargo, bajo administración y custodia del Ente de Turismo. “La obra en sí es rápida, las terminaciones y los detalles son las pequeñas y grandes cosas”, explicó Benke.
Si bien gran parte de la edificación ya está terminada, aún queda mucho por hacer. Es por eso que, durante la visita realizada por LA GACETA, se podía observar entre cuatro y cinco personas por rincón. Carpinteros puliendo las puertas, trabajadores cortando los revestimientos, pintores, más jardineros y otros tantos involucrados.
“Donde mirés hay gente trabajando. Ya están colocadas las luces y las ventanas. Aún faltan algunas barandas y estamos terminando la pirca para la separación del arroyo”, contó Benke. En este sentido, las precipitaciones complican la tarea diaria. “Según los días y el tiempo que tengamos -porque a veces llueve y trabajamos a la tarde-, organizamos las tareas. Pero como el terreno es grande, podemos aprovechar todos los sectores al mismo tiempo”, indicó.
Atractivos
También la Comisión de Patrimonio participó otorgando las directrices para la preservación del valor simbólico del área, mientras la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelo se ocupa del resguardo del sector natural protegido circundante al chalet.
La edificación está dividida en diferentes áreas. La primera corresponde al chalet californiano que data de 1938, en el que se están respetando cada uno de los arcos, la tipología constructiva, las tejas y las paredes blancas. En segundo lugar está el sector de merenderos que, de acuerdo a las expectativas de Benke, llamará a cientos de visitantes durante la temporada de verano. “Se cerrará el camino en El Rulo, así que mucha gente va a pasar por acá. En los espacios libres se van a colocar algunas mesas tipo merenderos. Es impresionante la cantidad de personas que vienen a tomar mate los fines de semana”, destacó Benke.
Por otro lado, también hay un área de estacionamiento de vehículos y de múltiples usos. Además, cerca de él, quedó un espacio destinado a un patio cervecero y otro para la creación de un hostal con 10 o 12 divisiones, para hombres y mujeres.
“Sólo la confitería tiene capacidad para 100 personas aproximadamente, será ideal para realizar eventos. En el exterior hay tres niveles de terraza. Afuera ya están todos los cerámicos colocados, estamos trabajando mayormente adentro”, detalló Benke acerca de los avances de la obra, que combina el estilo tradicional con aspectos modernos.
“El arroyo se va a limpiar antes de que lleguen las lluvias fuertes y donde estaba la pileta se hará el estacionamiento. A su lado, hay separaciones de defensa por el agua”, manifestó. Entre tantos detalles, el paso final será pulir los pisos y limpiar los escombros. Benke afirmó que, al cabo de dos años trabajando en esa construcción, lo motiva pensar en el gran resultado que tendrá, sobre todo para el turismo tucumano. (Producción periodística: Bárbara Nieva)