La Provincia alista un decreto mediante el que se dispone la clausura definitiva del basural de El Mollar. Así lo adelantó el gobernador, Osvaldo Jaldo.
“Se cierra de manera para siempre ese predio y se va a trabajar en una reubicación de las operaciones para el tratamiento de los residuos en los valles”, expresó el mandatario.
La clausura se hará operativa el próximo martes 21. A partir de ese día, los desechos que se recojan en El Mollar y en Tafí del Valle (aproximadamente dos bateas diarias) serán trasladados a la planta de clasificación de San Felipe, al este de la capital. Desde allí, luego del proceso de separación serán enviados al sitio de disposición final de los residuos sólidos urbanos en Overo Pozo.
La semana pasada, la polémica por la basura en El Mollar había recrudecido por el reclamo de vecinos.
El predio de tres hectáreas está ubicado a 60 metros de viviendas de los barrios Lomita I, Lomita II y el Naranjito, en El Mollar. En diálogo con LA GACETA, el comisionado comunal de El Mollar, Jorge Cruz, había negado que sea un “basural a cielo abierto” y dijo que se trata de una planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos en la que se recicla un 40% del volumen total que llega.
Ese número puede llegar a rondar las 100 toneladas un fin de semana de enero como hoy y promediar las 20 toneladas una jornada fuera de temporada. Hace un año se había anunciado el traslado de la planta, algo que no sucedió.
No obstante, por decisión del Gobierno funcionará hasta el martes, día en que se hará operativa la clausura definitiva dispuesta por Jaldo.