El Frente de Todos tuvo vivió este 15 de septiembre el peor día desde su conformación a raíz del estallido de la crisis interna. La reacción de los funcionarios del ala kirchnerista del gobierno de poner a disposición su renuncia al presidente Alberto Fernández no sólo dejó perplejos a propios y ajenos del escenario del escenario político, sino que también impactó en la Justicia.
La crisis llegó en un momento en que el Poder Judicial no terminaba de digerir la derrota del oficialismo en las urnas. Fue, además, en el inicio de la segunda parte de un mes en el que está previsto el recambio presidencial en la Corte Suprema. Por eso, en los Tribunales los jueces y juezas ya comenzaban a aguardar con cautela el anuncio de quién será el nuevo presidente del Máximo Tribunal.
Sin embargo, este miércoles la ola de intenciones de renuncia que los funcionarios le hicieron llegar al presidente no pasó desapercibida en los tribunales porteños.
Ni bien la noticia comenzó a llegar, la reacción fue de sorpresa total entre fiscales y jueces. Varios integrantes de Comodoro Py coincidieron en expresar que estaban “absortos” con la situación en la coalición de gobierno.
De ese modo, durante la tarde pasaron de estar atentos a los movimientos en la Corte Suprema a seguir de cerca los movimientos en la Casa Rosada. Pese a todo, el nivel de convulsión en el Poder Ejecutivo es tal que hasta el momento no hubo tiempo de establecer nexos con funcionarios o funcionarias que den un panorama más claro y les permitan avizorar un horizonte de estabilidad política.
Por el contrario, en el Poder Judicial a esta hora también reina el desconcierto y la expectativa ante los posibles escenarios en los que puede decantar la crisis.
