Susto, esa fue la palabra que dominó la City porteña tras leer la noticia que daba cuenta de que la Unidad de Información Financiera (UIF) impuso nuevos controles a quienes quieran comprar dólares a través del mercado de capitales. “Es un virtual nuevo cepo. Lo hacen para amedrentar, ya que el contado con liqui se disparó a $ 220”, interpretaron en las principales mesas financieras.
La exigencia de que los ahorristas que operen dólar MEP, Contado con Liquidación (CCL) o Cedear y cualquier otro instrumento, como acciones o bonos, tengan que presentar sus declaraciones juradas de Ganancias y de Bienes Personales para justificar el monto que desean invertir provocó una mayor dolarización, pero por medio del mercado paralelo.
La razón es tan simple como sencilla: en el segmento ilegal nadie pide ni pregunta nada: incluso hasta está mal visto hacer preguntas, que están fuera de lugar. “Lamentablemente, la experiencia te muestra que, cuanto más desapercibido uno pasa para comprar dólares, mejor”, describe un cuevero, en alusión a la nueva medida de mayores controles por parte de la UIF.
Eso hizo que subiera de $212 a $214 en la ciudad de Buenos Aires, y el análisis técnico que realizan en las cuevas (en una fórmula que no tiene en cuenta al circulante, y que es más secreta que la de la Coca Cola) lo ubica en $216. El dólar CABA no es el único en todo el territorio nacional, aunque sea el que marque tendencia y salga en todos los portales, por cuanto en el conurbano y provincias del interior se lo negocia ya a $217.
En tanto, el dólar Punta del Este cotiza a $227, en Paraguay a $230, en Chile a $278 y en Brasil a $286, que es donde menos quieren ver billetes provenientes de nuestro país para hacer el arbitraje de pesos argentinos por reales para luego convertirse en dólares.