No hubo ayuda tecnológica ni olfato alguno que ayudara a detectar alguna irregularidad. Fue el nerviosismo del conductor lo que despertó el interés de los gendarmes por revisar la camioneta en la que se trasladaba la pareja. Así llegaron a descubrir los 61 kilos de cocaína que trasladaban desde Cafayate hasta, según se cree, Buenos Aires.
El procedimiento se concretó el lunes pasado el mediodía en Colalao del Valle, a la ruta de las Ruinas de Quilmes, sobre la ruta 40 y se mantuvo en reserva hasta que las autoridades realizaron otras medidas. Según los primeros datos que trascendieron, la pareja bonaerense, llegó hasta Cafayate. Allí se encontraba la droga que estaba acopiada en esa localidad salteña.
Personal de Gendarmería Nacional de Monteros, que realizaba un control por la zona, después de demorar a los ocupantes de la camioneta, los trasladaron hasta un taller. Allí revisaron la carrocería y terminaron encontraron 57 panes de cocaína que tenía un peso de 61 kilos. El juez Juan Manuel Díaz Vélez confirmó el procedimiento y ordenó la detención de la pareja.
Este no es un operativo más. Es la confirmación que la de los valles es una ruta elegida por los narcos para transportar droga. Este es el tercer procedimiento de estas características que se realiza en 34 días y en el que lograron incautarse 203 kilos de cocaína. En lo que va del año ya se encontraron 235 kilos, casi el doble de los 130 kilos incautados en todo el 2023. Con este decomiso, sólo Gendarmería Nacional secuestró 320 kilos de “merca” en nuestro territorio.
En total fueron seis los hallazgos de droga en esta “ruta narco”. Cuatro de ellos se iniciaron en la localidad salteña de Orán, casi al límite con Bolivia. En otro caso, la carga fue adquirida en la ciudad de Salta y, en el último, Cafayate. Según varias fuentes, los transportistas de droga utilizan rutas alternativas de Jujuy y de la vecina provincia hasta tomar la 40, que termina comunicándose con la 307.
“Estamos elaborando un plan para fortalecer algunos puntos de control. Sabemos que por la presión que se ejerce con el Operativo Lapacho, los que trafican drogas buscarían otros caminos alternativos”, indicó el secretario de Lucha contra el Narcotráfico Jorge Dib. “Pero ese fortalecimiento se lo debe hacer de manera pausada y bien programada, porque no podemos liberar un puesto de control para realizar otro porque podríamos estar liberando un camino”, añadió.
La 40 es una ruta que atraviesa varias provincias, pero no cuenta con un puesto fijo de control de Gendarmería. Esporádicamente los hombres de esa fuerza hacen controles camino a Cafayate o en la 307. El único control fijo que existe es el de Operativo Lapacho que está instalado en Colalao del Valle. Ahí cuenta con seis hombres que se rotan para trabajar.
“Por orden del gobernador Osvaldo Jaldo estamos trabajando intensamente en los límites de la provincia. Se están consiguiendo buenos resultados, pero falta mucho más teniendo en cuenta lo que ocurre en el norte del país”, finalizó el jefe de Policía Joaquín Girbeau.