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“La UCR necesita desembarazarse del alfarismo”

Para Ariel García nadie se hace cargo de la estrategia electoral que “provocó la pérdida de una banca en el Congreso” para la UCR

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Ariel García
Descacharreo

Ayer, la Junta Electoral Nacional entregó sus respectivos diplomas a los senadores y diputados nacionales por Tucumán, que resultaron electos en las elecciones del pasado 14 de noviembre y asumirán en sus bancas el 10 de diciembre. Este hecho, sumando a la noticia que se conoció el pasado lunes acerca de que la UCR volverá a elegir autoridades en 2022 despertó en el referente del movimiento ‘Boinas blancas’, Ariel García la idea de que “nadie se hace cargo”.

Y es que el dirigente reprochó que hasta el momento nadie se haga cargo de la estrategia electoral que “provocó la pérdida de una banca en el Congreso”. En ese sentido, manifestó que “el partido perdió la banca de senador, nadie se hace responsable y una de esas cuestiones tiene que ver con la intervención. Silvia Elías de Pérez termina su mandato y asume Germán Alfaro que no es del partido”.

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Y es que todo pareciera indicar que el radicalismo quedó sumido en una especie de alienación de parte de la “pata peronista” dentro de Juntos por el Cambio, tal cual era el deseo del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. El dedo de un dirigente político porteño terminó pesando en la provincia más que el mismísimo partido centenario de la UCR.

Es por ello que Ariel García celebró que la UCR retome a la institucionalidad a través de un proceso interno para elegir autoridades en la provincia porque se les dará a los afiliados “la oportunidad democrática de elegir cuál es el rol que el radicalismo debe tener en Tucumán”. Asimismo, exigió a los responsables del partido que contemplen a todos los sectores en la nueva junta electoral.

SEPARA

El licenciado en Ciencias Políticas cuestionó a Pablo Macchiarola, y dijo que su presencia “no garantiza transparencia”. Y es que urge normalizar la institucionalidad del partido que demuestra la participación activa de distintos espacios y la competitividad entre dirigentes. Para ello, antes habrá que discutir el partido y su rol en el frente electoral. No hay dudas de que el principal desafío que tiene hoy el partido es trabajar en una alternativa de gobierno.

Justamente, para terminar con 30 años de peronismo. El problema es que antes debería emanciparse del “dedazo” porteño de dirigentes que sólo piensan en juntar agua y aceite con tal de sumar votos. Pero la UCR necesita también desembarazarse del alfarismo. Y es que no habrá otra forma de ganarle al peronismo si lleva entre sus filas a dirigentes de la calaña de Germán Alfaro y de su mujer, Beatriz Ávila.

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Mientras el alfarismo integre Juntos por el Cambio, la posibilidad de una traición al radicalismo estará a la vuelta de la esquina. Sobre todo, en el caso de que este espacio opositor llegue al poder en la provincia a fines del 2023, considerando que Germán Alfaro y Beatriz Ávila podrían dejar de lado a la UCR y a los dirigentes de este partido para posibilitar una continuidad del peronismo por medio del PJS.

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