Los guardaparques de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) descubrieron en mayo del año pasado la conexión clandestina al acueducto que lleva agua del río Muerto a la cisterna de Lomas de Imbaud.
El hecho fue denunciado el 17 de mayo y se iniciaron los trámites correspondientes ante la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), aunque el caso tomó estado público la semana pasada, cuando se halló vacía la cisterna que provee agua a Horco Molle, El Corte y otras zonas de Yerba Buena, y la SAT hizo la denuncia ante la Justicia.
Esta imagen satelital de 2023 fue incluida por la UNT en su denuncia.
En una nota firmada por los guardaparques Franco Puertas, José Pistán y Silvio Díaz, le informan al director del Parque Sierra de San Javier, Rodolfo Salinas, que en su recorrida de ese día hallaron una conexión clandestina de agua “que en apariencia data de varios años de antigüedad” “en la zona del límite Este Zona 6, sub zona 2 y 3 precisamente entre los ríos Anta Yacu y Piedras”.
Explican que se trata de una “pinchadura” al caño de hierro que transporta agua desde la toma Piedras (cámara 10) de recorrido Norte-Sur, caño que está enterrado dentro de propiedad de la UNT, “que corresponde al conjunto de antiguas tomas y cámaras de agua pertenecientes al proyecto Cipolletti del año 1890”. Añaden: “Según lo que hemos observado, la cañería clandestina de 2 pulgadas de PVC, que se anexa al caño de hierro, se dirige a una finca de citrus y palta contigua al PSSJ y alimenta a una enorme represa de agua de unos nueve metros de profundidad. Además, vemos que el perímetro de esta finca se encuentra con un vallado electrificado”.
La SAT recorrió el lugar de la conexión clandestina la semana pasada y según explicó el titular del ente, Marcelo Caponio, la cañería llevaba agua a una laguna de 10.000 m2 en un predio cercano, en Cebil Redondo, en una finca de propiedad del citricultor Juan Zamora.
También en seguimiento con Google se determinó que la laguna se construyó en 2021. La Justicia hizo un allanamiento para comprobar la conexión. Según el Ministerio Público Fiscal se desenterró la conexión ilegal y se extrajo mediante la utilización de una retroexcavadora una extensión de 32 metros de cañería que se encontraba enterrada; se anuló y sacó la llave esclusa y se cortó el flujo de circulación del agua.