La falta de lluvias durante buena parte del desarrollo del cultivo de soja debido al fenómeno climático de La Niña sigue arrojando consecuencias negativas a medida que avanzan las máquinas para levantar los sembradíos, inclusive en aquellas zonas agrícolas donde las condiciones de producción se posicionan como las mejores del país. Pero más allá de las ventajas que puede otorgar un territorio, si el agua faltó en un momento crítico, los malos resultados se hacen inevitables.
Y eso es lo que sucedió con la soja implantada en la zona núcleo, región comprendida entre el norte bonaerense y el centro-sur de Santa Fe y Córdoba y de inmejorables condiciones para producir soja: la carencia de precipitaciones durante buena parte de la campaña, cuyo último pulso seco se dio en febrero, asestó duros golpes al cultivo afectando sus rindes.
Es por esto que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que el presente ciclo culminará con la peor cosecha de soja de la década en la región con 14,5 millones de toneladas, lo que, de concretarse, significará una reducción interanual del 19% y caída del 25% respecto al promedio de la zona núcleo en los últimos 10 años. Cabe mencionar que la baja en la proyección de trilla también responde a la merma en el área sembrada, la cual se ubicó también con la peor marca en 10 años con 4,8 millones de hectáreas.
Detalles sobre la actual campaña de soja en la zona núcleo (Bolsa de Comercio de Rosario)
Ya con el 90% de la soja de primera recolectada en dicha zona, los rendimientos que arrojan los lotes a medida que avanzan las cosechadoras van delineando las expectativas. Según el relevamiento de la entidad bursátil, en promedio de la oleaginosa temprana el rinde se consolida en 35 quintales por hectárea (qq/ha), con rindes que van de 32 qq/ha a 39 qq/ha. Caso contrario ocurre con la de segunda, cuyo rinde promedio se ubica en 23 qq/ha.
A nivel país, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento se ha registrado un avance de 14,4 puntos porcentuales en las labores de recolección lo que permitió cosechar el 32,9% de las 17 millones de hectáreas implantadas. De esta manera, ya se trillaron 16,9 millones de toneladas de las 43 millones estipuladas con un rendimiento nacional promedio de 30,3 qq/ha. A pesar del fuerte avance durante la semana, las labores todavía presentan un retraso de 35,3 puntos porcentuales respecto a la campaña pasada por la falta de piso en regiones como el NEA, el sur de Córdoba, el centro-norte de Santa Fe y el norte de La Pampa – oeste de Buenos Aires.
Maíz
En la región núcleo, con el maíz sucedió todo lo contrario de la soja, ya que el cereal tuvo su siembra más grande en una década en la zona con 1,6 millones de hectáreas, pero su producción no siguió esa tendencia. “La sequía no acompañó a que se exprese en producción récord. Los rendimientos del cereal fueron marcados por la falta de agua característica de la campaña 2020/21”, subrayó la BCR.
Así, la producción del cereal se ubicaría en 14,5 millones de toneladas y ocuparía “el tercer puesto de la mayor producción en el ranking de las últimas 10 campañas”, según destacó la Bolsa rosarina. Respecto a la campaña 2019/20, la producción del grano amarillo menguaría unas 720.000 tonelada y se ubicaría un 5% por debajo de lo obtenido en dicho período.La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta una cosecha total de maíz de 46 millones de toneladas.
Si bien la falta de lluvias produjo caídas en los rendimientos de maíz, “esta caída no fue tan abrupta como la de soja”. De esta manera, el rendimiento medio total de la región se sigue posicionando en los 93,7 qq/ha, siendo el histórico de los últimos 10 años de 91 qq/ha. Pero si se lo compara con el promedio de los últimos 5 años, éste se ubica 4,3 qq/ha más abajo.
Por último, en relación a la cosecha nacional del cereal, la misma alcanzó el 19,5 % del área apta luego de relevar un avance intersemanal de 2,5 puntos porcentuales. Los rendimientos recolectados se encuentran aún por debajo de las productividades de la campaña previa, por lo que la estimación de producción total se ubica en 46 millones de toneladas, 5,5 millones menos que las recolectadas el ciclo anterior.