Este jueves el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo anunció severas medidas a raíz de las graves peleas de estudiantes que se registraron en las últimas horas en el centro de la Capital.
A través de un decreto que entrará en vigencia desde hoy, el mandatario establecerá en primer lugar adoptar las medidas preventivas de seguridad que fueren necesarias, “con facultades para aprehender a los partícipes, instigadores y promotores de la perturbación del orden público y ponerlos a disposición del Poder Judicial”.
En segundo lugar, la norma que hoy fue adelantada por Jaldo en una rueda de prensa, señala que las instituciones educativas a la que pertenezcan los estudiantes que participen de estos hechos, deben ser expulsados y no podrán ser “ser admitidos en ningún otro establecimiento durante el presente ciclo lectivo”.
Además, de no aplicar las sanciones disciplinarias, la Provincia podrá disponer de la quita de subsidios a dichos establecimientos.
Por último, el documento aplica sanciones para los empleados públicos de toda la provincia, cuyos hijos estén involucrados en disturbios en la vía pública.
”La primera educación empieza en casa. Los que peinamos algunas canas sabemos que los nuestras padres nos cuidaban, nos exigen y nos enseñaban. Creo que los padres es fundamental que hablen con los chicos, como también las instituciones educativas. Hay muchos chicos que no solo van a estudiar, sino que algunos también tienen dificultades en sus hogares”, explicó esta mañana el gobernador.
Sin embargo, Jaldo señaló que “cuando empezamos a hablar de la vía pública es responsabilidad del Gobierno”. “Hemos dado instrucciones a la Policía que actúe, que haga medidas preventivas para evitar este tipo de desmanes. Hoy los que hacen disturbios, la policía tiene la orden del gobernador de detenerlos”, lanzó ante el móvil de eltucumano.com.
El anuncio de Jaldo y el decreto que hoy se firmará contradice las declaraciones realizadas ayer miércoles por la ministra de Educación de la Provincia, Susana Montaldo, que ayer había afirmado que las sanciones iban a ser “reparadoras” como organizar encuentros entre compañeros: “Siempre tiene que ser hacer cosas totalmente al revés de lo que ellos canalizan, no enfrentar. Pedir disculpas a los vecinos, a algún negocio de la zona, cuidar la escuela, es decir, uno tiene que pensar cuál es la acción reparadora que le tengo que dar a un joven que ha actuado de manera violenta en tal circunstancia”.
La fiscal de Estado Gilda Pedicone de Valls explicó los alcances del decreto: