Por otra parte, por las falencias en el Subsidio de Salud y en el PAMI se multiplican las consultas en los hospitales públicos.
En el Hospital Padilla, por ejemplo, creció alrededor de un 15% la cantidad de personas que buscan asistencias en algunas especialidades puntuales como salud mental, pero también en situaciones de emergencia. El director de la institución, Jorge Valdecantos, señaló que la atención de este tipo de pacientes pasó de un 25% a un 40% desde el año pasado.
“Si bien el subsector público atiende básicamente a personas carenciadas, del subsector privado aproximadamente nosotros estamos atendiendo en el Hospital Padilla a un 40% de pacientes con obras sociales. Entonces esto quiere decir que se está incrementando”, afirmó el profesional.
Valdecantos participó hace unas semanas de la reunión que la comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados llevó a cabo en la Legislatura, en el marco de la Semana de la Independencia. En rueda de prensa, precisó que los pacientes con obras sociales son atendidos mayormente por emergencias, en accidentes cerebrovasculares, en siniestros viales y también en cuestiones de salud mental dado que a veces no cuentan con atención en sector privado.
“Esperamos poder conversar en algún momento. Sé que el Ministro de Salud de Tucumán (Luis Medina Ruiz) está intentando conversar, porque uno de los principales financiadores que utiliza el tema público de salud es PAMI, el otro es el Subsidio de Salud (Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán). El ministro está tratando de conversar con estos dos financiadores fuertes de Tucumán para ver de qué manera coordinamos los gastos”, dijo Valdecantos.
En ese sentido, el secretario general de la Asociación Tucumana de Empleados Previsionales y Seguridad Social (Atepyss), Andrés Jaime, afirmó retomarán un plan de lucha por incumplimientos del convenio que se firmó con el Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán.
Además, cargó contra las autoridades del Instituto de Previsión y Seguridad Social por supuestos incrementos excesivos de los prestadores y del cobro de plus médico. “El afiliado se encuentra desprotegido. El prestador abusa de la obra social y estafa cobrando dos veces con la misma prestaciones”, denunció Jaime.
Esta semana, el Ministerio Público Fiscal, a través de la Unidad de Estafas, Usurpaciones y Cibercriminalidad, alertó a la población sobre esa creciente práctica mientras avanza en una investigación contra un médico homeópata, quien generaba consultas por Internet sin que el paciente haya ido, consumiendo órdenes del Subsidio de Salud.
El director del Padilla aclaró, no obstante, que el hospital público existe, que lleva más de dos décadas en crecimiento y que siempre será un sostén en Tucumán ante las crisis. “Sería prudente que empecemos a trabajar en un subsector privado”, dijo.
Consultado sobre los insumos para la atención médica, el profesional afirmó que no hay faltantes en el sector público. “Los hospitales públicos tienen insumos; hay un slogan últimamente que dice ‘no hay plata’. Creo que sí hay plata, pero está mal distribuida”, dijo Valdecantos.
El presidente la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Tucumán, Eduardo Vega Olguín, planteó que la actividad privada está en una situación complicada porque -afirmó- tienen dificultades con el tema del recupero de las prestaciones.
“Han visto todo lo complejo que se ha dado la situación con la medicina prepaga. A pesar de que en Tucumán la medicina prepaga es un porcentaje pequeño, no como en Capital Federal, pero también todas las obras sociales están de alguna forma sufriendo, dado que sus ingresos están ligados a un porcentaje de los sueldos. Y los salarios en este momento necesitan ser recuperados y de ahí vendrán mejores ingresos”, declaró Vega Olguín.
