PARIS, Francia.- La Catedral de Notre Dame de París, uno de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa y representante del gótico europeo, sufrió un enorme incendio, que devoró parte del techo. La aguja central se derrumbó junto a un sector de la cubierta, entre largas lenguas de fuego y una columna de humo negro.
Parece poco probable que los valiosos vitrales, sobre todo los de los rosetones, hayan permanecido indemnes, por las elevadas temperaturas. El rosetón sur, de 19 metros de diámetro, data del tiempo de Luis IX (1226-1270). Reconocida como la obra que estableció el canon del gótico francés, su bóveda en forma de cruz, los vitrales y las gárgolas fueron imitados en buena parte de Europa. Representa el triunfo de la razón y de la matemática aplicados a la construcción.
El templo alberga un acervo cultural acumulado a lo largo de mas de 850 años. El órgano principal, instrumento creado por Aristide Cavaillé Coll, innumerables obras de arte, retablos como el famoso bajorrelieve del siglo XIII, todo eso quedó dañado. “De la estructura, que data del siglo XIX y del XIII, quedará poco”, anticipó André Finot, portavoz de la catedral.
Notre Dame comenzó a construirse en 1163, bajo el reinado de Luis VII, y se le hicieron modificaciones hasta el siglo XIX. Las dos torres con portales ojivales cubiertos con bajorrelieves datan del siglo XIII. Está en medio de la isla de la Cité, rodeada por dos brazos del el río Sena, lugar del primer asentamiento poblacional en la zona, mucho antes de que Francia soñara con ser un país. París nació en esa isla, cuyo centro ocupa Notre Dame, y creció desde allí.
Dentro de sus registros históricos se cuentan la coronación (en 1429) de Enrique VI de Inglaterra durante la guerra de los Cien Años, la coronación de Napoleón Bonaparte como emperador de Francia y de su esposa, Josefina, como emperatriz. En ese entonces, el papa Pío VII (1804), elevó a Notre Dame a la categoría de Basílica.