Las imágenes y los informes de los agentes de inteligencia prueban el seguimiento clandestino a Florencia Macri, la hermana del entonces Presidente, y a su pareja, Salvatore Pica, pero además, también dejan al descubierto que todos conocían que lo que hacían en esas “misiones” era ilegal.
La causa por el espionaje ilegal realizado durante el Gobierno de Cambiemos continúa su curso en Lomas de Zamora y cada vez son más las pruebas que apuntan de manera directa al exPresidente: los agentes de la AFI siguieron a sol y sombra a la pareja de Florencia Macri, quien también figura en el directorio de algunas empresas familiares.
Sobre Salvatore Pica, el hombre en cuestión, los espías emitieron al menos 4 informes de seguimiento, sumado a un reporte inicial donde detallan sus datos personales, su teléfono celular, sus redes sociales, las de su pareja Florencia Macri, sus vínculos familiares, societarios y hasta su situación bancaria. Allí destacan que es empleado de FraMac, una firma de la familia Macri, y que figura como director suplente de Flourent S.A, otra firma de los Macri. La presencia de familiares directos del expresidente podría producir un giro en la causa y en sus posibles réplicas. ¿Es posible que se realizara un seguimiento de estas características sólo bajo la responsabilidad de agentes operativos de la AFI? Una orden así, excedería también el margen de acción del propio Gustavo Arribas. Esa hipótesis comienza a fortalecerse con la prueba en el expediente.
Los seguimientos a Florencia Macri y Salvatore Pica que figuran en el expediente y a los que tuvo acceso Ámbito comenzaron en junio de 2018, e incluyen fotografías de su casa, de sus autos y también del propio Pica haciendo actividad física por la tarde.
El primero de los informes tiene fecha 5 de junio, cuando los espías se apostaron sobre la casa de Pica, ubicada en la localidad de Beccar, partido de San Isidro, sobre la calle Ada Elfleín. A Pica le tomaron fotografías descendiendo de un auto Toyota Corolla, perteneciente a la firma FraMac, y luego, horas más tarde lo siguieron hasta el complejo Claudio Marangoni, donde lo fotografiaron jugando al tenis. “Se inicia el seguimiento progresivo sobre el objetivo, el cual siendo las 18:53 hs, se observa que arriba al domicilio”, concluye el primer documento. Los espías hablan de “objetivo Pica” y de su propia situación de “encubiertos”.
La argumentación en sus declaraciones es que había una difusa orden que vinculaba a Pica con el narcotráfico, el contrabando o el lavado de activos. Según qué espía diera la versión, el relato se modificaba. Facundo Melo lo declaró también ante la Bicameral de Seguimiento de Organismos de Inteligencia. Estuvieron involucrados Emiliano Matta y el propio Alan Ruiz, quien sugirió una obra en construcción lindera –donde conocía a un arquitecto- para plantar una estación de vigilancia y obtener mejores fotos.
El segundo informe, que está en manos de la Justicia y pudo ser reconstruido, tiene fecha 6 de junio, y comienza con la foto de la casa que comparte Pica junto a la hermana del entonces Presidente, y es el más revelador, dado que muestra que los espías sabían perfectamente que las maniobras de inteligencia que estaban realizando eran ilegales. Es que pasadas las 10 de la mañana, los agentes de la AFI se percataron de la presencia de un auto Renault Logan que estaba estacionado sobre la cuadra de la casa Pica-Macri. Tras realizar las averiguaciones, encontraron que el vehículo estaba a nombre de un agente de la Policía Federal.
Al advertir esto y luego que se sumara un patrullero de la policía comunal, los agentes de la AFI decidieron levantar las tareas de seguimiento: “Siendo las 16:42 hs, se observa la presencia de varios móviles pertenecientes a la patrulla de policial comunal perteneciente a la Municipalidad de San Isidro, es por eso que el personal que se encontraba realizando la tarea de vigilancia preventiva sobre el domicilio del objetivo Salvatore Pica, entiende que debe levantar el servicio, para no ser identificados por personal policial y quedar eventualmente expuestos”, detalla el documento, lo que comprueba que efectivamente los espías sabían que nada de lo que estaban haciendo allí tenía justificativo y amparo legal, y que estaban expuestos ante la presencia policial.
Es decir: la AFI mandó a espiar a la hermana de Macri y su pareja de forma ilegal y los propios informes así lo muestran. Por primera vez, las pruebas concretas de parte de ese espionaje se revelan, a través del legajo que tramita en la justicia federal. Ahora bien, ¿la orden de espiar a una desconocida Florencia Macri vino de la cúpula de la AFI o fue un pedido encargado desde Balcarce 50?