Cuando una noticia desagradable suena en el celular, las vacaciones pasan a convertirse en una especie de mal trago. Así lo confirma Gisela, propietaria de dos locales comerciales en una de las zonas más transitadas y activas de Yerba Buena. Viene siendo víctima de una impunidad que, afirma, se mueve como Juan por su casa. En los últimos tres meses, a Gisela le robaron tres veces.
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La última fue esta madrugada. Atracaron su local de ropa femenina. “A esta gente no le importa nada, ni las cámaras de video, ni la alarma, nada. Se mueven con una impunidad total”, le comenta la mujer a LA GACETA. Sus dos locales están ubicados en plena calle Lobo de la vega al 100, es decir, en una de las zonas comerciales más importantes del municipio. “Igual, esto es tierra de nadie”, se lamenta.
La ausencia de policías, tanto de día como de noche, explica Gisella, ha convertido a este sector de Yerba Buena en carnada para ladrones. En el video que envió a LG WhatsApp se ve a un encapuchado romper sin prisa la puerta de vidrio de ingreso al local y entrar con una pasividad envidiable. “La reventó y nadie se dio cuenta. Jamás se acercó la policía, aún sonando la alarma. Pasa que no hay nadie para cuidarnos”, aseveró.
Hasta que no regrese de sus vacaciones, Gisela no sabrá realmente cuál fue el daño económico que sufrió su negocio. “Tengo que hacer inventario”.
A fines del año pasado a Gisela ya le habían entrado a robar este local comercial y también en otro que tiene casi pegado, de ropa para niños. “En aquel momento no hice pública la situación porque el comisario me hizo el show de que nos iba a dar una mano y solucionar el problema, ante la falta de ‘agentes’. Pero quedó en eso. Ahora él está de vacaciones y las cuadras con mayor movimiento comercial de Yerba Buena continúan sin protección. Es increíble cómo nos cuidan”.
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El pasado domingo, a dos cuadras de donde le robaron a Gisela, hubo un atraco a una casa (la mujer se encontraba de vacaciones). La que desvalijaron, llevándose televisores y un auto Toyota Etios 2012. Esa casa, exactamente, está ubicada a la vuelta de la Municipalidad. Increíble.
“Con esta impunidad tenemos que vivir y trabajar. Esta es la tercera vez en 3 meses que entran a robar de noche en mis locales y, al parecer, será una situación de nunca acabar ya que no somos solamente nosotros los damnificados sino todos los comerciantes de la zona. Lo único que pido es seguridad y poder trabajar tranquilos”, pidió. Por ahora, las respuestas no llegan.
