Hace apenas unos 15 días, el ahora gobernador interino Osvaldo Jaldo, luego de que fuera confirmado a cargo del Poder Ejecutivo (PE), ratificaba en sus cargos a los ministros del gabinete provincial. Incluso, en ese momento hasta se dio el lujo de confirmar la continuidad de los funcionarios que más había cuestionado cuando la grieta establecida entre él y Juan Manzur parecía insalvable, el de Seguridad, Claudio Maley y el de Educación, Juan Pablo Lichtmajer.
Sin embargo, todo parece indicar que la supuesta solidez en estos puestos duró menos de lo que se esperaba debido al hecho de que en los próximos días estarían presentando sus respectivas renuncias, tanto Juan Pablo Lichtmajer y Claudio Maley. A tal punto, de que dejarían sus cargos ya que la decisión de parte del gobernador interino es poco menos que inminente.
No en vano, el hecho de que Osvaldo Jaldo se encuentre en Buenos Aires no parece casualidad y lo que se estaría resolviendo sería justamente el abandono de los ministerios de Seguridad y de Educación luego de lo que fue la semana pasada. Y es que el “salvataje” que la Legislatura le concedió a Juan Pablo Lichtmajer cayó pésimo en la opinión pública que observó cómo el arreglo entre Jaldo y Manzur implicaba otro tipo de acuerdos espurios como ese.
Pero, sin duda, lo que colmó el vaso fue el escape del femicida condenado Roberto Rejas, luego de lo cual todos los dedos apuntaron a Claudio Maley por el desmanejo de la fuerza policial que hace lo que quiere. Para colmo, el ministro de Seguridad sólo atinó a decir que apuntarlo como responsable de la huida de quien fue encontrado culpable de asesinar a su ex pareja y a su propio hijo, no se trataba más que de un acto chicanero.
En definitiva, lo que está claro es que nuestra provincia sufre hace años una profunda crisis educativa y de seguridad. Los ministros Lichtmajer y Maley no son capaces de llevar a cabo políticas públicas acordes al padecimiento constante de los tucumanos y, para colmo, son protegidos y hasta salvados de parte del poder político. Sin dudas, la confirmación de dos de los peores ministros en sus respectivos cargos resultó, cuanto menos, apresurada.
Y es que, una vez más, que el Gobierno no tiene ningún tipo de interés en mejorar la vida de los ciudadanos. En ese sentido, la fuga del femicida Rejas y la posterior huida de otros tres presos de la comisaría de Los Aguirre, Tucumán envió un mensaje a toda la Argentina. Le demostró al país el legado de impunidad que dejó Manzur en estas tierras, con Maley al frente de la fuerza policial.
A su vez, Lichtmajer en lugar de ocuparse en garantizar el buen estado de los establecimientos educativos y de brindar contenido de calidad a los alumnos, implementó mediante una resolución la ideología de género, ignorando por completo las necesidades reales de nuestros estudiantes. Por todo esto, tanto él como Maley tendrían las horas contadas y para colmo, sólo restaría la aprobación que de manera inminente recibiría Osvaldo Jaldo para avanzar.
