Opinión. “Lo que nos dejó la semana“
La polémica reforma judicial llegará a la Cámara baja de Diputados con varias y desagradables sorpresas. Las mismas tuvieron lugar en los 10 minutos finales antes de la votación que tuvo lugar en el Senado. Se trata de cambios que introdujeron casi 600 nuevos cargos, los cuales implicarán un costo que duplicará el gasto total. Los nuevos cargos inventados tendrán lugar en el interior del país, entre jueces, funcionarios y empleados.
De esta manera, las modificaciones en la estructura judicial de las provincias duplicarían el gasto total de la reforma. Esto significa que implicará un gasto que rondaría los $6000 millones anuales, si se consideran los salarios y la inversión proyectada en materia de infraestructura. En detalle, el proyecto contempla la creación de 9 Salas de tres jueces cada una, lo que significa un total de 27 jueces de Cámara, uno de los sueldos más altos en la estructura judicial.
Pero, además, se crearán unos 90 cargos de funcionarios y empleados. Las nuevas salas funcionarían en Santiago del Estero, San Luis, Catamarca, San Juan, Santa Fe, Rosario, Formosa, Jujuy y Mar del Plata. Salvo en el caso de la ciudad balnearia, la creación de esas salas, trae consigo la realización de una estructura en espejo en relación al Ministerio Público Fiscal y de la Defensa. Pero esto no termina aquí.
La reforma judicial contempla la creación de 8 fiscales de cámara, junto con 56 funcionarios y empleados, más otros 8 defensores de cámara, quienes también contarán con unos 56 funcionarios y empleados. De esta manera, la inclusión de estas 9 salas en el interior del país totaliza 41 nuevos cargos de jueces de cámara y unos 202 nuevos funcionarios y empleados. Pero también se crean dos Tribunales Orales Federales en Resistencia, Chaco y en Ituzaingó.
También se incorporan 19 nuevas secretarías en los juzgados federales del interior, en lugares a los que no les hacía falta, como es el caso de Chilecito en La Rioja, Río Turbio en Córdoba o Perito Moreno en Santa Cruz. Teniendo en cuenta todos estos cambios, la nueva estructura de las provincias totaliza 233 cargos de magistrados y unos 554 de funcionarios y empleados. Pero hay algo que se oculta detrás de esta realidad.
Y es que estas modificaciones no fueron casualidad, debido a que la proliferación de nuevos cargos en el interior del país obedecería a un supuesto acuerdo entre el Poder Ejecutivo y los gobernadores peronistas. Todo esto quedó contemplado en las modificaciones que se hicieron en los minutos finales, entre gallos y medianoches, los cuales fueron orquestados por la titular de la Cámara alta, Cristina Kirchner.
Estos cambios se realizaron sin ningún tipo de pudor delante de los senadores opositores que no salían de su asombro por la maniobra pergeñada por el oficialismo en el recinto parlamentario. De todos modos, pudo descubrirse este espurio hecho ante el cual no tuvieron defensa los legisladores del Frente de Todos. Por lo tanto, no conforma con avasallar al Poder Judicial por medio de este proyecto, el mismo Senado fue bastardeado en esta sesión.
Todo lo realizado hasta aquí apunta a institucionalizar la impunidad. El objetivo es el de colonizar a la Justicia, llenarla con jueces y fiscales elegidos por el Poder Ejecutivo para asegurarse de que les respondan. Se trata de un complejo entramado que, cual telaraña, hará imposible cualquier avance en busca de hacer pagar a los corruptos sus culpas. El sistema judicial, de esta manera, se verá aún más enmarañado que de costumbre.
Es precisamente eso lo que la sociedad olfateó, por lo que decidió movilizarse en pos de dar una batalla cultural en medio de la anomia social que caracterizó a este país históricamente. La gente no quiere permitir más atropellos a las instituciones, ni que el poder político tenga injerencia en una Justicia que se ve amenazada en su independencia. Por esta razón, la ciudadanía espera una respuesta y necesita ver recompensada su esperanza.
En ese sentido, será fundamental el papel que desempeñen los diputados nacionales de la oposición, y no solamente los de Juntos por el Cambio. Es clave que comprendan la importancia de los tiempos que se viven a nivel institucional. Y que pueden ser quienes den a luz una nueva era a partir de ponerle un freno a la ambición de poder e impunidad de Cristina Kirchner, quien no parece interesarse más que por asegurarse a sí misma y a los suyos la propia libertad.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]Serán muchas las presiones que los legisladores opositores deberán soportar frente al embate que seguramente se hará desde las huestes del oficialismo. La única presión que debe importarles es la de la sociedad que está harta de que se lleven puesta a la República. Es por ello que deberán accionar como lo que son, representantes del pueblo que los eligió para la voz de la sociedad sea escuchada en el Congreso de la Nación.[/su_note]