Luego de que se lanzara una página web que escrachaba a personas por no ser de izquierda, el revuelo generado no pudo ser mayor. Y es que se trató de una especie de confección de listas negras en plena democracia que no puede dejarse pasar así nomás. Se trata de una publicación periodística en la web denominada “Reacción Conservadora”, en la que se buscó trazar una radiografía acerca de quienes no son de izquierda o progresistas.
Y es que la publicación incluye listas, infografías, fotografías e imágenes de ciudadanos, dirigentes, personalidades, influencers, blogueros, diputados, partidos políticos, organizaciones de culto religioso y ONG’s, entre otros. En definitiva, este material se trató de un escrache digital de ciudadanos y sus vínculos políticos, así como la publicación de sus parantescos o relaciones sociales.
Bajo el nombre “Reacción conservadora”, este portal (reaccionconservadora.net) ofrecía la búsqueda de personas a partir de distintos filtros. Ya sea por actividad (redes sociales, partidos políticos, iglesias, medios, poderes del Estado, think tanks, organizaciones de la sociedad civil, entre otros), territorio, o individualmente o por nombre. Al cliquear en cada foto, aparecía la biografía correspondiente y su red de vínculos.
Este tipo de accionar repudiable debe poner en estado de alerta a toda la clase política y a la sociedad en su conjunto debido a que trae a la memoria la época más oscura de nuestro país, como lo fue la última dictadura militar. Y es que sencillamente no se puede permitir, tolerar, ni avalar la confección de listas negras en democracia porque no se trata de una publicación más, sino de un verdadero escrache a quien piensa diferente.
El dossier publicado este domingo generó una catarata de cuestionamientos a los autores del trabajo. Horas más tarde, la página en la cual se difundió el material quedó semi caída, sin posibilidad de acceder a la lista. De todos modos, el daño está hecho, es inconcebible que en pleno Estado de Derecho algo como así haya pasado y, sobre todo, viniendo de parte de periodistas.
Es necesario bregar por el ejercicio pleno de los derechos humanos, la vigencia de la libertad de pensamiento y de expresión, como pilares fundamentales de todo sistema democrático. Algo que parece que algunas personas, incluso profesionales de la comunicación parecen no entender. Pero no es en vano que esto ocurra en un momento como el que está atravesando la Argentina.
Y es que promover la calidad de nuestra democracia y defender las libertades es fundamental en una época signada por restricciones individuales y tolerancia frente al disenso. Estamos en medio de una pandemia que le dio luz verde a los gobiernos para implementar todo tipo de restricciones y no son pocos los que se animan a ir todavía más lejos e implementar escraches disfrazados de periodismo, por lo que este tipo de accionar, merece todo el repudio.
