En los vastos océanos, lejos de las rutas de viaje convencionales, se encuentran tesoros ocultos en forma de islas, islotes y atolones. Estos paraísos secretos albergan una asombrosa diversidad de flora y fauna, así como paisajes de una belleza inigualable. Sin embargo, su aislamiento geográfico y las dificultades de acceso debido a desastres naturales o limitaciones en el transporte los mantienen alejados del radar turístico habitual.
Estos lugares, bendecidos por su exclusividad y salvaje encanto, ofrecen una experiencia auténtica y pura para aquellos aventureros dispuestos a explorar lo desconocido. Aunque su infraestructura turística sea limitada, su atractivo reside precisamente en su estado casi virgen y la sensación de descubrimiento que ofrecen a quienes se aventuran a sus costas.
Desde la prestigiosa publicación de viajes Condé Nast Traveler confeccionaron una lista con los 10 lugares menos visitados del mundo en base a datos de la Organización Mundial de Turismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recolectados en el año 2023.
1. Guinea Bissau (África)
Este conjunto de islas es el país más pequeño de todo el continente africano
Esta costa paradisíaca está ubicada en una de las islas Bijagós, la cual es parte del conjunto de 88 islas que forman Guinea Bissau. Es uno de los países más pequeños de África y en total cuenta con 2 millones de habitantes.
Anualmente, recibe alrededor de 52.000 visitantes que buscan no solo disfrutar de sus playas y aguas cristalinas, sino también explorar sus manglares y estuarios.
En una de sus islas, Orange, se encuentra una población de uno de los animales más singulares que habita la región: el hipopótamo anfibio. Estos majestuosos seres son de gran importancia, ya que son los únicos hipopótamos en toda África que están adaptados al agua salada.
2. Comoras (África Oriental)
La actividad volcánica en estas islas alta, lo que presenta desafíos para la población (IStock)
Este archipiélago conformado por tres grandes islas es visitado por tan solo 45.000 turistas al año, y es principalmente reconocido por los deliciosos mariscos frescos que pueden recolectarse en sus costas. Las erupciones volcánicas crearon formaciones geológicas únicas, como por ejemplo los magníficos arrecifes de coral.
Particularmente uno de los volcanes de las islas, el volcán Karthala de Gran Comora, comprende un alto nivel de actividad, habiendo entrado en erupción más de 20 veces desde el siglo XIX.
Un aspecto a tener en cuenta al visitarlo es el respeto hacia las costumbres islámicas que prohíben, por ejemplo, el consumo de alcohol.
3. Santo Tomé y Príncipe (África)
Las montañas se mezclan con el mar en los territorios de las islas que conforman el archipiélago
“Si te cuesta decidir entre playa o montaña, este será tu destino ideal. Situadas en el golfo de Guinea, Santo Tomé y Príncipe conforman el país más pequeño de África y reciben unas 34.900 visitas al año, en parte porque prácticamente no hay vuelos directos hasta ellas”, comentaron desde Condé Nast.
Estos territorios son la combinación perfecta entre montañas, como el pico Santo Tomé, que tiene 2.024 metros sobre el nivel del mar, cascadas y volcanes. Es ideal para realizar senderismo, viajar entre las islas con los barcos pescadores y explorar toda la región en profundidad.
4. Islas Salomón (Oceanía)
Entre sus aguas se encuentran restos que evidencian las batallas de la Segunda Guerra Mundial que ocurrieron en ese territorio (Getty)
Las Islas Salomón consiguieron su independencia del Reino Unido en 1978, y están conformadas por más de 900 islotes ideales para practicar deportes acuáticos y disfrutar de sus aguas. La mayoría son demasiado pequeñas como para habitarlas, además de que están repletas de volcanes y selvas.
El Triángulo de Coral se encuentra en esa área y alberga la mayor diversidad de fauna en el mundo, con el 30% de la cantidad de corales que existen en todo el planeta. Además, para quienes les interese la historia, hundidos, se encuentran restos de embarcaciones y objetos de las batallas de la Segunda Guerra Mundial llevadas a cabo allí.
5. Montserrat (Centroamérica)
Esta isla sufrió de un desastre natural que modificó para siempre a su población y su turismo
Montserrat sufrió una catastrófica erupción volcánica en 1995 que impactó en todo el territorio y en la población. Muchas de las personas emigraron y el número de habitantes pasó de 13.000 a 5.000 en semanas. Todavía sigue sin recuperarse, y es por eso que el turismo también continúa viéndose afectado, con tan solo 19.300 visitantes por año.
Vale la pena visitar esta isla, ya que es el hogar de flora y fauna autóctonas únicas en el mundo, corales y cuevas habitadas por algunas especies de murciélagos en peligro de extinción.
6. Micronesia (Pacífico Central)
La falta de desarrollo de transporte hacia el archipiélago y entre las islas provocó la baja incidencia de turismo (Getty)
De las 607 islas e islotes de Micronesia, tan solo 65 están habitadas. Reciben alrededor de 18.000 turistas anualmente debido al difícil acceso a las islas y al poco transporte aéreo y acuático desarrollado para movilizarse entre los territorios.
Una peculiaridad de este conjunto de islas es Nam Mandol, nombrado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2016. Se trata de islas artificiales que se construyeron sobre corales, y formaban una ciudad que conectaba 92 islotes a través de canales.
7. Kiribati (Pacífico Central)
Kiribati es el atolón más grande del planeta, con 609 kilómetros cuadrados (IStock)
Desde la revista Condé Nast explican las características de Kiribati: “Este archipiélago de arena blanca recibe 12.000 visitantes al año, en parte por su difícil acceso.
Los 32 atolones, solo 21 de los cuales están habitados, se encuentran tan lejos entre sí que hay que coger un avión para ir de uno a otro. Eso sí, son el lugar perfecto para hacer submarinismo en pleno Pacífico. Las islas de Kiribati, uno de los atolones que la conforman, tienen una superficie de 609 km², lo que las convierte en el mayor atolón del mundo”.
Su gran extensión y su particular ubicación en el centro del océano Pacífico son los responsables de que este archipiélago se extienda por los cuatro hemisferios. Además, se pueden visitar algunas ruinas provocadas por los conflictos bélicos de la Segunda Guerra Mundial.
8. Niue (Pacífico Sur)
Todo este país es considerado un Santuario de Cielo Oscuro, ya que se pueden ver las estrellas con gran claridad
Si bien reciben pocos viajeros al año, alrededor de 10.000, estos superan ampliamente a los 1.500 habitantes que se encuentran distribuidos en los 262 kilómetros cuadrados que comprende la isla. Se encuentra en una relación de libre asociación con Nueva Zelanda, país que colabora con la gestión de asuntos exteriores y defensa.
En toda la extensión del país se pueden observar las estrellas del cielo nocturno con una impresionante claridad debido a la nula contaminación lumínica, lo que lo hace un Santuario de Cielo Oscuro en su totalidad.
9. Islas Marshall (Pacífico Central)
Este territorio fue utilizado por Estados Unidos para probar armamento nuclear
A las Islas Marshall, conformadas por 29 atolones, se puede llegar, por aire, a través de una sola compañía aérea, lo cual dificulta el acceso, ya que el vuelo es bastante costoso. Debido a esto, tan solo 6.100 personas las visitan anualmente. Sin embargo, para algún vale la pena, ya que el submarinismo en esa zona es considerado como uno de los mejores a nivel mundial.
De todos sus islotes e islas de coral, la mayoría se encuentran deshabitados. Su población se concentra en tan solo 9 islas. Solía ser utilizado por Estados Unidos para probar armas nucleares y hoy en día las evidencias de ese período histórico se encuentran sumergidas en las aguas que bañan las costas de las Islas Marshall.
10. Tuvalu (Oceanía)
Tuvalu está por desaparecer debido a los aumentos del nivel del mar
Según Condé Nast, el dominio web “.tv” proviene de este país ubicado en la Polinesia. “Solo recibe 3.700 turistas al año. Uno de los motivos es que para llegar hasta ella hay que coger un barco o jet privado desde Fiji, algo que pocos pueden permitirse”, explican desde la revista.
Esta isla está en riesgo de desaparecer debido al aumento en el nivel del mar, por lo cual su gobierno está planeando una estrategia de reubicación de sus habitantes. Si se la quiere visitar, se debe ir lo más pronto posible para lograr apreciar su belleza natural y su cultura.