La segunda jornada del proceso oral por el asesinato de Ramón Sánchez (44), cabo de la Policía de Tucumán, ultimado el 4 de julio de 2023 en la autopista Circunvalación, fue escenario de reconstrucción para la escena del suceso y puso en evidencia el profundo temor en el que viven los vecinos de la zona de Las Piedritas, acosados por lasimple presencia del imputado Edgar Villafañe (22) y su entorno familiar.
La primera testigo en exponer fue Gloria Díaz, quien tenía en su poder la pistola con la cual Villafañe habría acribillado de seis disparos a la víctima.
Antes de acceder al recinto donde se desarrolla el juicio, el auxiliar fiscal Miguel Fernández reveló que la testigo había pedido que ni Villafañe ni sus familiares- estuvieran presentes durante su exposición, a lo que la jueza Isabel Méndez, quien preside el tribunal que completan Eliana Gómez Moreira y Sebastián Norniella Parache, ordenó que el acusado escuchara sus dichos desde una sala contigua y que sus allegados evacuaran el cuarto piso del Fuero Penal hasta que la testigo terminara su declaración.
La mujer, quien vive en la ampliación del barrio Los Vallistos, a pocos metros de la vivienda del tío del imputado, contó que el 4 de julio de 2023 a la tarde noche “La negra Silvia”, la madre de Villafañe, se acercó a su domicilio y le dejó una bolsa que su hermano “Poca Soda” debía pasar a buscar.
“Yo no vi qué tenía adentro. Al final no pasó a buscarla, entonces me fui a dormir. Al otro día me levanté y me enteré por los medios que habían matado a un policía. Los vecinos comentaban que había sido el hijo de esta mujer, pero yo no lo conocía”, contó la testigo.
Ante la novedad, el 5 de julio Gloria interceptó un móvil del 911, les expuso la situación y los codujo hacia su vivienda, donde al revisar la bolsa los efectivos hallaron limones y una prenda de vestir roja que envolvía un revólver calibre 38.
Los dichos de la mujer fueron corroborados por los oficiales Alberto Núñez y Daniel Valdez horas después, al momento de ofrecer su declaración. Los testigos, que en ese momento prestaban servicio en el 911, contaron que ese día realizaban recorridos por la zona cuando los llamó Gloria.
“Teníamos la información de que Villafañe tenía familia en el barrio Los Vallistos así que estábamos intentando dar con el domicilio de algún familiar”, dijo Valdez. “La señora tenía miedo de la familia porque algunos vivían cerca de su casa”, detalló Nuñez.
Una vez que encontraron el arma, fue secuestrada y sometida a distintos análisis, sobre los cuales el perito del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) Andrés Videla indicó que el revólver tenía capacidad de alojar seis balas en su tambor, número coincidente con la cantidad de impactos que recibió la víctima.
“Durante la autopsia se recuperaron tres proyectiles que eran coincidentes al arma secuestrada. El residuo de pólvora dio positivo para ser disparada pero no se pudo determinar cuántos disparos realizó”, dijo.
La teoría de la acusación sostiene que Sánchez fue atacado mientras iba caminando con su motocicleta a la par y no a bordo de ella. Ezequiel Orozco, quien analizó el rodado, reforzó esa hipótesis. El perito exhibió un informe sobre el estado y los daños que tenía la motocicleta y estableció que el vehículo estaba parado porque se había quedado sin nafta.
El fiscal le consultó si con los daños que recogió, es posible que la moto haya sido trasladada a pie, a lo que el experto respondió que el rodado, considerado el móvil del asalto que terminó en asesinato, no podría haber circulado salvo que haya sido empujada.