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Los gastronómicos le dicen “NO” a las restricciones

Se avecinan días de mucha tensión entre el comercio en general y el gobierno

bares con gente
Descacharreo

Se viven horas calientes en Tucumán luego de lo que fue el primer fin de semana con restricciones similares a las que tuvieron lugar durante la cuarentena eterna implementada en el marco de la fracasada política sanitaria implementada por el Gobierno nacional de Alberto Fernández, durante el transcurso del año 2020. En ese sentido, ¿Existe la posibilidad de que los gastronómicos convoquen una desobediencia civil?

Por lo pronto, estos emprendedores ya se pusieron en pie de guerra por las restricciones y aseguran que no pueden permitirse cerrar. En ese marco, integrantes del sector piden al Gobierno que los escuche y advierten que no cerraran sus locales. Además, condenaron la detención al propietario de un local de comidas el día domingo en lo que fueron imágenes que se viralizaron más que el COVID-19.

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bar tarantino

Claramente, se trata de un sector en el que están cansados. El sector de la gastronomía siempre es el más afectado por las medidas que se toman. Las autoridades hacen creer a la sociedad que los contagios se producen en los bares y es entonces que la realidad de las medidas restrictivas se impone cuando efectivos policiales se acercan a los locales con la intención de hacer cumplir con el cierre según las disposiciones legales.

En ese sentido, desde la Cámara de Gastronómicos tomaron la decisión de seguir abriendo las puertas de sus locales en lo que pareciera ser un llamado a la desobediencia civil, al menos, en uno de los sectores más golpeados por el inconstitucional DNU decretado por Alberto Fernández durante la semana pasada. Y es que está claro que no se pueden pagar sueldos e impuestos sin antes poder facturar.

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alberto fernández restricciones 1

Además, cabe mencionar que el sistema take away (para llevar) y el delivery (envíos a domicilio) no es una solución. Es totalmente inviable sostener un comercio gastronómico con esta metodología. Todos los negocios que abren en horario corrido ofrecen servicio de desayuno, almuerzo, merienda y cena, por lo que tienen un equipo de no menos de 30 personas trabajando y el take away solamente requiere un 30% de ese personal. ¿Qué pasará con el resto?

También, existe el temor acerca de que estas medidas restrictivas se extiendan en el tiempo y que no se limiten a lo estipulado en el DNU. De hecho, en el oficialismo nacional ya se escuchan voces pidiendo justamente la extensión del confinamiento estricto para mantener el control sobre la sociedad a pesar de lo ilegal de esta postura. Es por ello que los empresarios gastronómicos confesaron que sienten un desarraigo total.

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Si bien es cierto que las personas que toman estas decisiones no se dan cuenta que detrás del cierre de los locales gastronómicos, los emprendedores tienen que pagar impuestos, proveedores, al personal y sin poder trabajar es imposible, está claro que una escalada en la desobediencia civil podría desembocar en consecuencias imprevisibles para un Tucumán sumido en la emergencia sanitaria y económica.

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