El vértigo invade a los gobernadores. La onda expansiva de una profunda crisis social y económica embarga a los gobernadores, especialmente los del oficialista Frente de Todos. Sin embargo, ninguno de ellos escapa a las generales de la ley. El mal humor de la sociedad con la política afecta a todos por igual. El gobierno sigue manteniendo sus niveles de negatividad, especialmente en la figura del presidente Alberto Fernández. Dentro del espacio oficialista, la centralidad de Cristina Fernández de Kirchner es innegable. Y sigue siendo la figura política con el mayor núcleo de voto seguro, de acuerdo con un sondeo elaborado por Zuban Córdoba y Asociados. Dentro de la oposición se ve una mayor competitividad entre las principales figuras.
Javier Milei y el espacio libertario mantienen buenos niveles de competitividad y parecen haberse estabilizado. En ese aspecto, los analistas políticos coinciden en observar que, por lo que se vislumbra en la actualidad, las elecciones presidenciales del año que viene plantean un escenario de tres tercios. Lo afirma el consultor Gustavo Córdoba, que señala que la pelea no sólo se limita al Frente de Todos con Juntos por el Cambio, sino que también los libertarios entran en la puja. Sin embargo, advierte que todavía hay camino por recorrer, hasta marzo o abril del año que viene, para establecer las candidaturas dentro de las coaliciones. En el camino también debe decidirse qué sucederá con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Córdoba afirma que, en el caso de los gobernadores, la enseñanza de los comicios de 2019 se repetirá en 2023 a partir del efecto arrastre de gestión, ahora invertido a los peronistas. “Estos mandatarios tienen el temor de que una crisis económica los termine arrastrando estrepitosamente y, de esa manera, compliquen los liderazgos territoriales”, indica. El consultor acota que las elecciones de 2021 han sido aleccionadoras para muchos mandatarios que decidieron ahora adelantar las elecciones. El analista apunta que el caso tucumano es digno de llamar la atención, ya que sus dos principales figuras (los justicialistas Juan Manzur y Osvaldo Jaldo) se pusieron al frente de la campaña por el llamado de atención que les significó las elecciones de medio turno del año pasado y que estuvieron muy cerca de ceder ante Juntos por el Cambio. “Ambos tienen la posibilidad de mostrar la inteligencia política suficiente para enfrentar juntos la nueva pelea electoral y aprovechar la dispersión que se observa en la oposición tucumana”, puntualiza.
Con poco peso nacional
Cristian Buttié, director de CB Consultora de Opinión Pública, coincide con Córdoba en que las elecciones próximas son de tres tercios. Dentro de sus mediciones, estima que Milei cuenta con una intención de votos cercana a los 20 puntos, seguido de cerca por Cristina Fernández de Kirchner, con 17 puntos, pero en esa sumatoria también hay que agregar la intención de votos del ministro de Economía, Sergio Massa, y del presidente Alberto Fernández. “Si tomamos la medición por fuerzas o coaliciones, Juntos por el Cambio puede arrastrar 29 puntos, el Frente de Todos 27 y los libertarios un 21%”, especifica Buttié. “Es un escenario de tres tercios y ninguno supera el mínimo para acceder directamente a la victoria”, acota.
¿A qué se debe la ola de adelantamiento de elecciones provinciales? “Es un proceso similar al que vivió Mauricio Macri en 2019 cuando las provincias que estaban bajo el signo de Cambiemos decidieron anticipar sus elecciones locales para evitar un resultado negativo por el arrastre de los problemas nacionales”, explica el analista. Buttié advierte que gran parte de los gobernadores se refugian en cláusulas constitucionales para adelantar las elecciones, cuando la explicación es mucho más pragmática: la crisis nacional puede arrastrarlos a una derrota en las urnas.
El debate nacional se da a niveles de liderazgos de las principales figuras de los espacios con mayor protagonismo. En ese aspecto, los mandatarios provinciales están condenados a tener un rol secundario en el que tratan de preservar sus proyectos locales, más que interceder en las peleas de cúpulas. Buttié, en ese sentido, puntualiza que en la construcción política nacional, los gobernadores no entran en la discusión. El caso de Manzur es una excepción, aunque su protagonismo dentro del gabinete de Alberto Fernández ha tenido sus luces y sombras. El analista considera que el tucumano tiene un apoyo importante dentro del bloque del Norte Grande, como también lo puede mostrar el mandatario chaqueño Jorge Capitanich. “Hoy Manzur está pensando en la unidad dentro de su territorio y de allí su alianza con Jaldo y el anticipado anuncio de que retornará a su lugar de origen en los próximos meses”, remarca Buttié.
La tendencia
Según el politólogo Julio Burdman, el gran tema de la Argentina es la tendencia que se ha observado en las últimas décadas a provincializar la política. “Es el dato de fondo en la política contemporánea que pasa por una cuestión de supervivencia de los liderazgos provinciales”. indica a LA GACETA.
Burdman agrega que hoy los gobernadores pueden tener n peso específico en la política de sus distritos, pero están lejos de las decisiones profundas de las coaliciones nacionales. En ese ámbito, los liderazgos personalistas como los de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta o Facundo Manes tienen tanta gravitación interna en Juntos por el Cambio como Cristina, Massa, Alberto Fernández o La Cámpora pueden tenerlo en el Frente de Todos. “En esa discusión no hay gobernadores gravitantes en la discusión”, observa. En ese sentido, Burdman sostiene que parte de la frustración de Manzur está dado por la impronta que pudieron haber tenido las gobernaciones en la década de 1990 0 2000, pero no en la actual. “Manzur dijo que se vuelve a la provincia para recuperar el control en el distrito y ese mensaje no difiere al de los intendentes bonaerenses que dejaron espacios de poder para volver a sus despachos naturales. Que lo hagan antes, durante o después de las elecciones es lo mismo, porque no tienen el peso político que hubiesen querido tener en la estructura nacional”, finaliza.
Citas textuales
– “Tomamos la decisión de instrumentar el decreto por el cual se llama a elecciones para el 14 de mayo de 2023 para Gobernador, Vicegobernador, legisladores, intendentes, concejales y comisionados comunales”. (Osvaldo Jaldo, vicegobernador en ejercicio del PE tucumano)
– “Equipo que gana no se toca, pero por ahí hay que sacar alguno y mandarlo al banco de suplentes“. (Gustavo Sáenz, gobernador de Salta al definir que en ese distrito se votará el 14 de mayo)
– “No tenemos una definición sobre la fecha, todo tiene que encuadrarse en el articulo 18 de la Constitución provincial y ello lo anunciaremos oportunamente”. (Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, al anunciar el adelantamiento)
Mayo para el NOA: coincidencias en tres distritos y sin definiciones en el resto de las provincias
La última cumbre de gobernadores del Norte Grande sirvió para que los mandatarios realicen un sondeo respecto de las posibles fechas de elecciones en cada uno de sus distritos. Tres mandatarios prácticamente tienen definido convocarlos para mayo. El tucumano Osvaldo Jaldo y el salteño Gustavo Sáenz han anunciado el adelantamiento de los comicios provinciales para el 14 de mayo. En una fecha similar o una semana antes será el turno de Jujuy. El gobernador de esa provincia, Gerardo Morales, anticipó que se despegará de los comicios nacionales aunque todavía no reveló una fecha precisa. Jujuy no sólo renovará cargos provinciales, sino también que elegirá a los convencionales constituyentes que reformarán la Constitución jujeña. Es posible que en Catamarca y en La Rioja, las elecciones sean convocadas para marzo o abril. Santiago del Estero, en tanto, no ingresa a la grilla de comicios, ya que reeligió a Gerardo Zamora hasta 2025.
