Un grupo de alumnos graduados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se sumó a la iniciativa para pedir que el presidente Alberto Fernández deje de ser profesor y no siga dando clases en la casa de estudios.
La idea surgió luego de la decisión presidencial de ir contra la sentencia adversa de la Corte Suprema en el tema coparticipación el jueves pasado, aunque este lunes el mandatario anunció que devolverá los fondos, pero con bonos.
La idea es tratar la eventual suspensión de Fernández como profesor de derecho cuando se reúna el Consejo Directivo de la facultad, que está conformado por cuatro alumnos regulares, cuatro graduados y ocho profesores. Aún no hubo pronunciamientos de los docentes sobre el tema.
“Cuando un funcionario elige no acatar un fallo de la CSJN o amenaza con ello, incumple con la Constitución Nacional y la división de poderes. La situación es mas grave aun porque el funcionario es el Presidente de la Nación.”, escribió en Twitter uno de los ex alumnos.
Además, agrega: “La incertidumbre que se genera a raíz de la amenaza de no acatar el fallo, y luego manifestar que si, en fin, va más allá de la disputa en si misma y le esta generando al Pais un perjuicio enorme”.
Días atrás, la agrupación Franja Morada, brazo estudiantil de la Unión Cívica Radical, solicitó la “suspensión como docente de la Facultad”.
A través de sus redes, expresaron que “no respetar un fallo porque no le gusta lo que dispone es incompatible expresamente con el artículo 36 de la Constitución. Esto es un atentado contra el orden constitucional y la vida democrática (art. 226 y 230 del Código Penal entre otros)”.
Fernández es docente de la carrera de Derecho de la UBA desde 1985. Actualmente, se desempeña como profesor adjunto interno de la materia “Teoría General del Delito y Sistema de la Pena”, que se cursa en el Ciclo Profesional Orientado.
Siempre que puede, el Presidente destaca que es un hombre del Derecho, que su padre fue juez, y que dicta clases de leyes en la UBA. Es más, desde que fue ungido candidato por Cristina Fernández de Kirchner en 2019, para luego triunfar en las PASO y las elecciones generales, Fernández siguió asistiendo a la facultad para dar clases.
Inclusive, tres días después de jurar como Presidente, Fernández fue a la UBA a tomar examen. Aquel 13 de diciembre, luego de aprobar a todos sus alumnos, confirmó que no iba a pedir licencia en la universidad y que seguiría dando clases, siempre y cuando la gestión se lo permitiera.
Ahora, la desobediencia de un fallo de la Corte Suprema vuelve a poner su rol de profesor en la agenda, pero porque piden que sea cesanteado en su cargo, por no cumplir, irónicamente, con la ley.
