Los referentes de Juntos por el Cambio se habían propuesto poner en pausa las pujas internas y las diferencias hasta el 14 de noviembre. La eventual convocatoria del Gobierno a la oposición después de las generales, adelantada por Sergio Massa, generó suspicacias y resquemores en los últimos días, aunque mantuvieron la idea de no agitar una discusión pública sobre las distintas posiciones.
Sin embargo, los repudios a la quita de las imágenes de víctimas del Covid en la Plaza de Mayo durante la movilización por el Día de la Lealtad peronista dejaron de manifiesto los rechazos de un sector de la coalición a iniciar negociaciones con el oficialismo.
“Pisotean las piedras en memoria de quienes ya no están, Insaurralde insulta a Macri y el ministro estrella del gobierno sigue con sus amenazas mafiosas. Mientras tanto, Massa ofrece diálogo. Ni con señales de humo se puede hablar con esta gente. ¿Ustedes son de la campaña del sí?”, tuiteó anoche Patricia Bullrich, titular del PRO, con un video del episodio en la Plaza de Mayo.
A los pocos minutos Gerardo Milman, su mano derecha y candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, reforzó el mensaje: “El último gobierno kirchnerista hacía rato que le había perdido el respeto a los vivos, hoy lo hizo con nuestros muertos. ¿Alguien cree posible el diálogo?”. El ala dura del PRO dejó sentada de ese modo su postura en contra de la eventual convocatoria del oficialismo después del 14 de noviembre.
La tensión en Juntos por el Cambio se había generado por las declaraciones de Massa -aseguró que luego de las generales habrá un llamado a la oposición, los empresarios y el sindicalismo para consensuar diez puntos- en coincidencia con el discurso de Horacio Rodríguez Larreta en IDEA. El jefe de Gobierno porteño insistió con su plan de promover un consenso amplio -habló de un 70% de la representación política- sobre una “visión común” para salir de la crisis. Otra vez propuso dejar atrás la “grieta” -la consideró una “catástrofe”-, algo que ya venía diciendo, aunque en este caso encendió las alarmas en un sector de la coalición opositora.
“Celebraron el Día de la Lealtad pisoteando la memoria de los muertos durante la pandemia. En sus discursos ningunean hasta al presidente de la Nación. ¿Qué diálogo se puede tener con un espacio roto y violento?”, tuiteó a su vez Alfredo Cornejo, titular del radicalismo.
“Primero se tienen que poner de acuerdo Cristina, Alberto y el resto del Frente de Todos. Después que convoquen al diálogo. Nosotros estamos para contribuir con el país, no con el Gobierno“, agregó el candidato a senador por Mendoza en su paso por Catamarca.
“Hay que esperar a después de la elección, en un proceso electoral no hay que discutir esto. Si es una convocatoria seria será la mesa nacional la que definirá qué política adoptar. No tenemos por qué meternos ahora”, dijo a Clarín un referente del sector moderado.
María Eugenia Vidal en campaña junro a Horacio Rodríguez Larreta.
“¿Cuál es el Gobierno? ¿Alberto, Cristina? Hoy el Gobierno está deshilachado. Deben tener la certeza de que nosotros no empujamos a nadie, pero tampoco a nosotros nos usa nadie“, sostuvo el radical Mario Negri, y señaló al Congreso como el “ámbito de discusión” de un paquete de leyes.
Con su estilo filoso, Elisa Carrió también lanzó una advertencia este domingo. “Juntos por el Cambio tiene que comprometerse a no traicionar”, aseguró en LN+. La fundadora de la Coalición Cívica había avalado la posibilidad de que la oposición aspire al sillón de Massa en Diputados si JxC ratifica o aumenta en noviembre el resultado de las PASO y pasó factura “a los propios” por las negociaciones para encumbrar a Ricardo Lorenzetti en la Corte Suprema. Cristian Ritondo -jefe del bloque del PRO- y el radical Emiliano Yacobitti habían presentado un proyecto para regular la titularidad del máximo tribunal.
María Eugenia Vidal y Bullrich también se pronunciaron a favor de ir por la presidencia de la Cámara baja si el interbloque opositor alcanza la primera minoría. Rodríguez Larreta tomó distancia de esa idea. También los radicales.
“Tenemos que gobernar para el 100% de la sociedad, no para el 70% de los dirigentes con un acuerdo de cúpulas”, argumentaron desde el ala dura del PRO el rechazo al discurso de Rodríguez Larreta, en parte como otro capítulo de la puja entre el alcalde porteño y la ex ministra de Seguridad por las aspiraciones de cara a 2023. Los llamados “halcones” remitieron a la relación estrecha de Rodríguez Larreta y Massa.
El alcalde, Vidal y otros referentes opositores repudiaron la quita de las fotos de las víctimas del coronavirus, sin referencias a la posible convocatoria del Gobierno después de las generales. Rodríguez Larreta supeditó cualquier decisión a la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Antes de las PASO ya hubo una discusión en ese ámbito por el mismo tema, y se saldó con el rechazo a iniciar negociaciones durante el proceso electoral.
