La reunión, en teoría, tenía como objetivo hablar de la marcha del 24 de marzo próximo, día que se cumplen 46 años del inicio de la última dictadura y los organismos de derechos humanos volverán a las calles, pero Cristina Kirchner tenía otro mensaje por transmitir.
Cuando la relación entre la vicepresidenta y Alberto Fernández atraviesa su peor momento, ella les habló abiertamente, a 22 representantes de organismos de derechos humanos que el martes la fueron a ver al Senado, de la interna del Frente de Todos (FDT) y enfatizó que la “unidad” es un valor que por sí mismo no garantiza nada. Que solo tiene sentido si sirve para mejorarle la vida a la gente. Que ella había hecho mucho por la unidad del FDT y que los que hoy gobiernan (grupo al que aludió sin incluirse) son los que deben demostrar que también la sostienen.
El disparador fue la exhortación, que hizo uno de los invitados, a defender la unidad del oficialismo. Según les recordó Cristina Kirchner a sus interlocutores, al FDT no lo votaron solo por la unidad, sino por el recuerdo del pueblo del bienestar vivido durante su gobierno y el de Néstor Kirchner.
LA NACION reconstruyó el encuentro con diversas fuentes que relataron lo ocurrido. Mientras la vicepresidenta recibía a los organismos en el Salón Illia, también en el Senado, la Comisión de Presupuesto y Hacienda debatía el proyecto del Gobierno de aval al acuerdo con el FMI, un entendimiento que el kirchnerismo duro rechaza. El lunes pasado, en el video en el que mostró los destrozos por las pedradas a su despacho, Cristina Kirchner se jactó incluso de haber sido quien mantuvo “fuera del país” al Fondo.
De los asistentes a la reunión la vicepresidenta no se llevó más que apoyo. “Nosotros le manifestamos el agradecimiento por lo que ella hizo por la unidad y el reconocimiento de que no queda duda del rol que tuvo en la construcción del FDT teniendo en cuenta, como ella dice, que el objetivo es mejorar la vida de la gente”, relató a LA NACION Mabel Careaga, de la agrupación de Familiares y Compañeros de los 12 de Santa Cruz y una de las participantes de la reunión.
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En el encuentro, los organismos le expresaron su solidaridad frente al brutal ataque a pedradas y le dijeron que les gustaría que ella estuviera presente en la marcha del 24, que tiene para los movimientos de derechos humanos un peso especial porque volverán a la calle después de la pandemia. Ella les contestó que la honraba la invitación, pero no confirmó si irá o no.
Durante la reunión, Cristina Kirchner recordó la génesis del FDT y el renunciamiento que ella había hecho para que se ganaran las elecciones de 2019. Repasó sus desventuras judiciales durante el gobierno de Mauricio Macri y en este punto también dejó un mensaje sugestivo: sostuvo que ella, su familia y particularmente su hija habían sufrido la persecución, pero dijo que, en cambio, hay mucha gente que nunca va a ser perseguida.
Además de los representantes de los organismos de derechos humanos estuvo presente el senador kirchnerista Oscar Parrilli, quien el miércoles por la mañana, en línea con lo que había dicho Cristina Kirchner, tuiteó: “Como dice @CFKArgentina las elecciones no se ganan con la unidad de los dirigentes, sino gobernando para mejorar la calidad de vida del pueblo”.
El mensaje de que la unidad por sí misma no basta no es nuevo para el kirchnerismo, pero cobra una trascendencia especial dicho por la vicepresidenta en este contexto.
Por los organismos, del encuentro participaron Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; Giselle Tepper y Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S. Capital; Paula Livatchky y Sol Hourcade, del CELS; Eduardo Tavani, Guillermo Torremare y Soledad Astudillo, de la APDH; Beatriz Capdevilla y Leonor Núñez, de la APDH La Matanza, y Gabriela Alegre y Ana Barrio, de la Asociación Buena Memoria. También -detalló la agencia oficial Télam-, Graciela Villalba y María Gastón, de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte; Careaga, Cecilia De Vincenti, Norma Doino, Adolfo Mango y Héctor Francisetti, de Familiares y Compañeros de los 12 de Santa Cruz; Iris Avellaneda y Pedro Dinani, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos; y Natalia Rus de la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina.
No estuvieron presentes, en cambio, dos de las referentes más emblemáticas de los organismos de derechos humanos: Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo), muy crítica siempre del Fondo, quien no integra la mesa de los organismos, y Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo), que ayer se manifestó a favor del pago al FMI y sorprendió con un llamado a la sociedad a apoyar la gestión del Presidente. “Yo le pido al pueblo que ayude a Alberto Fernández”, dijo.
