El excandidato de Javier Milei a gobernador en Neuquén, Carlos Eguía, expuso un “modus operandi” que el espacio libertario reproduce desde hace meses -o incluso años- en otras provincias y en la ciudad de Buenos Aires. Abarca la exigencia de entregar cargos en el Estado, la venta de “franquicias” electorales y el pago de “cachets” para viajes, entre otras prácticas, según reconstruyó LA NACION durante los últimos meses.
Las últimas revelaciones surgieron el pasado jueves, cuando Eguía afirmó que el círculo íntimo de Milei lo contactó veinte días después de los comicios neuquinos para exigirle que consiguiera cargos en la Legislatura provincial y designara a aquellos que le ordenaran en Buenos Aires, sin que esas personas viajaran a la provincia, ni prestaran servicios, planteos que dijo que rechazó.
“Me llamaron para pedirme cargos en la Legislatura de Neuquén”, afirmó Eguía en su programa de radio, lo que luego reafirmó ante la consulta de LA NACION. “Me pidieron los mejores cargos, ya fueron dos o tres o los que pudiera conseguir. Imagínese: yo les dije que ni sé cuánto cobra un legislador provincial y ellos me respondieron que sí saben, que gana entre 600.000 y 700.000 pesos. Yo les pregunté si esas personas eran de Neuquén o si iban a trabajar, y me dijeron que no, por lo que me negué. ‘De ninguna manera’, les respondí, y ahí rompieron la alianza conmigo y fueron a buscar a otro partido”, denunció.
Eguía afirmó que las primeras exigencias de cargos se las planteó Julio Serna, un operador que integra el círculo íntimo de Milei, pero que luego comprendió que el pedido era sistémico. “Me lo pidió Julio Serna, primero, y después me lo pidieron en una conferencia [telefónica] que tuvimos Karina [Milei], Carlos Kikuchi y yo. Pensé que Karina le iba a decir a Serna: ‘Váyase, ya no trabaja con nosotros’, pero me dijo a mí que era una pavada. Y eso lo tengo grabado”.
El otrora candidato a gobernador por el espacio libertario sostuvo que otros referentes del espacio también están al tanto de ese tipo de exigencias, como el legislador porteño Ramiro Marra. “Me mandó un mensaje preguntándome si Serna me había pedido dinero. Le respondí que plata no me había pedido, pero sí me pidió cargos, y tengo guardados esos mensajes”, sostuvo.
LA NACION le consultó a Eguía si podía entregar una copia de la grabación telefónica que mantuvo con Karina Milei, Serna y Kikuchi, o de los mensajes que dijo que intercambió con Marra, pero se negó. “Tengo todo, pero si ellos no salen a decir que miento, no los vos a mostrar. Pero no es necesario. Fíjese que denuncié esto hace 24 horas y lo único que salieron a decir es que yo me peleo con todos, desde Patricia Bullrich a Lilita Carrió y eso es falso”.
Consultados por LA NACION, junto a Milei rechazaron de manera tajante las acusaciones de Eguía. “Tenemos audios en los que nos decía que nadie le había pedido plata y ahora sale con esto, la mañana posterior al cierre de alianzas. Ocurre que se quedó sin encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales por Neuquén”.
“Me pidieron todos los contratos”
Eguía no es, sin embargo, el primero que denunció que los libertarios exigían ubicar a determinadas personas en cargos del Estado. La legisladora porteña Rebeca Fleitas, quien asumió en 2021 por la lista de La Libertad Avanza, acusó a otro de los máximos colaboradores de Milei, Nicolás Emma, de exigirle designar a todos los asesores de su despacho.
“Me pidieron todos los contratos, me habían designado a todo el personal del despacho, yo no podía elegir ni al parlamentario ni al secretario administrativo”, detalló Fleitas durante una entrevista que el programa Día L subió a la plataforma YouTube hace 7 meses, pero que no llegó a trascender.
Durante esa entrevista, Fleitas reveló además que quisieron hacerle firmar “una carta de renuncia por anticipación y después escribieron un documento en el que redactaron a nombre mío las personas que yo supuestamente designaba en el cargo”. Pero al igual que sostuvo Eguía ahora, ella explicó que rechazó las exigencias del Partido Libertario, lo que provocó la ruptura. “Cuando me planté, se dieron cuenta que no me iban a poder controlar y hubo un quiebre total”, relató.
Según reconstruyó LA NACION, esa ruptura conllevó que Fleitas afrentara amenazas e intimidaciones, que denunció, por lo que una Fiscalía dispuso otorgarle una custodia por cuatro meses. “Sufrí maltratos desde verbales hasta amenazas, he recibido muchos ataques en las redes sociales”, detalló la legisladora durante ese reportaje con Día L.
Ante la consulta de LA NACION, Fleitas decidió no ahondar en lo ocurrido. “Respecto al Partido Libertario, para mí es un tema terminado”, se limitó a indicar en un mensaje por WhatsApp. Se negó a dar una entrevista e indicó luego que prefiere enfocar toda su energía en su trabajo legislativo.
Eguía y Fleitas, a su vez, tampoco son casos aislados. Meses atrás, la entonces referente de la agrupación juvenil La Generación Libertaria, Mila Zurbriggen, denunció que se sucedían las arbitrariedades y acomodos en el espacio, con el dinero y el sexo como dos herramientas determinantes para acceder a cargos públicos o espacios de poder.
El vicepresidente de esa misma agrupación, Agustín Pérez, ahondó entonces en otro eje que recurrente: “Si vos querés ocupar una posición importante en el partido te piden plata. Si querés sacarte una foto con Milei te piden plata, si querés que haga una charla, hay un solo pedido: ‘poné plata’”, detalló.
Desde Neuquén, Eguía confirmó esa dinámica. Por un lado, reveló que uno de los cargos en la Legislatura neuquina sería para una “noviecita” de un referente nacional del espacio. Por el otro, confirmó que Milei toma decisiones electorales como si vendiera franquicias comerciales. “Lo que están haciendo es vender la marca. Es así”, sostuvo.
Junto a Milei indicaron ante la consulta de LA NACION que Eguía “salió a hablar porque quedó fuera del armado”, para luego sostener que no les sorprendía. “No es la primera vez que se va mal de un espacio. Fíjense en los archivos”.
Eguía detalló, en ese sentido, que cuando Milei y su entorno –custodios incluidos- viajaron a San Martín de los Andes, debieron solventarle los gastos de avión, traslados terrestres, alojamientos y comidas. “No es que esté enojado, porque eso ya pasó. Lo que estoy es decepcionado”, dijo. “Porque Milei y los suyos, que tanto denuncian a la ‘casta’ y a los ‘ñoquis’ y ellos son eso”.