Este viernes se difunde el dato de inflación de marzo, que el mercado estima en 7% o incluso más. A diferencia de lo sucedido en febrero, esta vez el Banco Central (BCRA) no subirá las tasas inmediatamente después de conocerse la cifra.
Actualmente, el retorno que pagan los plazos fijos minoristas está en 78% nominal y se queda corto frente a los números mensuales de inflación.
“Si bien depende de cómo se calcule, el rendimiento en pesos hoy está entre neutro y negativo. La tasa de política monetaria está en 78% nominal anual o 113% efectiva anual. Eso es aproximadamente 6,5% efectiva mensual, frente a una inflación de marzo que según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) será de 7%. Después las expectativas bajan, pero el promedio hacia adelante es de 6,3%”, explicó Matías Carugati, director de Alphacast.
Para Lorena Giorgio, economista de Equilibra, el ajuste en la tasa de plazos fijos debería ser de entre 200 y 400 puntos básicos para hacerlos más atractivos como alternativa de inversión. “Mínimamente, tendríamos que estar hablando de una tasa nominal de entre 80% y 82%, que sería compatible con una tasa nominal mensual de 6,7% o 6,8%. Ahí estaríamos bastante cerca de asegurar el rendimiento real, en el corto plazo”, explicó.
La situación se complica más al tener en cuenta lo que sucede con las tasas no reguladas de plazos fijos, es decir, aquella que perciben las empresas y los grandes depositantes. Según los datos que releva el BCRA, ese rendimiento está hoy en 72,44% nominal anual (101,84% efectiva anual) o 6% mensual, es decir que perdieron contra la inflación en febrero y en marzo.
Los argumentos del Banco Central para no subir las tasas
En el BCRA no están apurados por hacer un retoque inminente en la tasa porque el 78% actual se traduce en un rendimiento efectivo de 113,3% a 12 meses, mientras el REM prevé un alza de 113% en el mismo período.
“Si bien en abril tanto el dólar, como la inflación y la tasa apuntarían a un ritmo en torno a 6,5% mensual, este viernes el INDEC publica la inflación de marzo y si confirma el 7% que espera el REM, el BCRA va a tener que dar buenos argumentos para no subir la tasa”, afirmó Fernando Marull, socio de FM&A.
A lo largo de 2022, el BCRA hilvanó nueve subas consecutivas de tasa y este año hizo un retoque en marzo, luego del dato de inflación de febrero. En esa oportunidad, el alza fue de 300 puntos básicos y el rendimiento pasó de 75% a 78%, que rige actualmente.
A pesar del compromiso con el FMI de mantener las tasas positivas, debe administrar con cuidado cada punto de tasa que sube porque encarece su propia deuda y aumenta la emisión monetaria. El excedente de esa inyección de pesos luego debe ser retirado mediante la colocación de más deuda del BCRA, lo que abulta los pasivos y el pago de intereses.