A fines de diciembre del año pasado, el gobierno de Mauricio Macri reglamentó una serie de cambios en el impuesto a las Ganancias, entre los que se encuentraba un tributo sobre la renta financiera, que alcanzaba a plazos fijos, ADRs y CEDEARs, bonos y alquileres.
Un año después, Alberto Fernández decidió eximir del pago del Impuesto a la Renta Financiera a inversiones en pesos. La decisión incluirá a los plazos fijos en moneda local y a los bonos. La medida fue confirmada por Martin Guzmán, ministro de Economía. Seguirán pagando los plazos fijos ajustados por UVA u otra variable.
Estas modificaciones serán incorporadas en el proyecto de ley ómnibus que se enviará en las próximas horas al Congreso.
Cabe recordar que los bonos públicos y plazos fijos en pesos estaban alcanzados por el 5% de renta, con un mínimo no imponible de $ 66.917,91. En cambio, el gravamen sube a 15% sobre el excedente de ese monto para el ingreso generado a través de activos en dólares