La Unidad de Información Financiera dio por probado hoy que los nueve millones de dólares que el detenido ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, intentó esconder en un convento de General Rodríguez, le pertenecían, y sostuvo que además de enriquecimiento ilícito hubo lavado de activos.
“Ha quedado acreditado que el dinero era de López”, sostuvieron los letrados de la UIF al iniciar el alegato final ante el Tribunal Oral Federal 1 que juzga a López y a otros acusados por haber actuado como testaferros o encubridores.
Para la UIF, López dio dos versiones sobre el origen de los dólares que tuvo escondidos en su casa de Dique Luján, en Tigre, hasta que los trasladó al convento, la madrugada del 14 de junio de 2016, cuando fue sorprendido y quedó preso.
“Hay contradicciones de López; en un primer momento, dijo que los dólares escondidos en su casa, la que compartía con María Amalia Díaz, provenían de la política, y luego dijo que se lo dieron”, sostuvo la querella en alusión a una versión del ex funcionario según la cual los escondió por orden de Fabián Gutiérrez, ex secretario privado de la senadora Cristina Kirchner.
De hecho, López es actualmente imputado colaborador en la causa por los cuadernos de la corrupción, tras haber declarado en ese sentido ante el fiscal del caso, Carlos Stornelli, y el juez Claudio Bonadio.
Pero para la UIF “esto de ningún modo ha quedado acreditado, sino que ha quedado acreditado que el dinero era de López”.-
También sostuvo que además de enriquecimiento hubo “lavado de activos”.
“El dinero es de López y eligió llevarlo a un lugar de su confianza donde sabía que le iban a brindar colaboración para ocultarlo”, agregó la querella.
“Estos fondos no tienen explicación, no se encuentran justificados de ningún modo”, concluyeron los abogados de la UIF.
Además se aludió a testigos que a lo largo del juicio declararon haber llevado relojes Rolex a la casa de López, como los que se encontraron junto al dinero, y en particular un testimonio que remarcó que la madrugada de los hechos el ex funcionario estaba solo frente a la entrada del convento.
En el juicio también se cuestiona la compra de la casa de Dique Luján, donde vivían López y su esposa, María Amalia Díaz, y un departamento en Recoleta.
El debate entró en la etapa final de alegatos y se espera que la UIF y la Oficina Anticorrupción formulen pedidos de condena, mientras que mañana se prevé el alegato del fiscal Miguel Angel Osorio.
Además de López, son juzgados su esposa, una religiosa del convento, Inés Aparicio, y empresarios que habrían actuado como testaferros en la compra de las propiedades. (Télam)