Padres y autoridades de la Escuela denuncian un negocio millonario por más de $300 millones anuales sin ningún instrumento legal para hacerlo, mientras el Municipio pagaba sueldos y mantenimiento. El juez Yane Mana puso en suspenso la expropiación del inmueble a pesar de que el Concejo la declaró de utilidad pública. ¿Quién está detrás de la Cooperativa?
En febrero de 2024, la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, anunció la eliminación del cobro de la matrícula y las cuotas mensuales en la Escuela Municipal y Cooperativa Gabriela Mistral. Un grupo de padres de alumnos de la institución educativa le había pedido a días de asumir que intervenga, ante lo que consideraban un abuso de parte de la Cooperativa, que durante unos 10 años habría cobrado matrícula y cuota mientras el Municipio se encargaba de los salarios y el mantenimiento del inmueble, que es propiedad de la Cooperativa que habría administrado la Escuela sin ningún instrumento legal y se estima que con nulos controles durante la administración de Germán Alfaro.
“Estoy cumpliendo con la palabra empeñada de lo que nos propusimos hacer al llegar al municipio: asegurar una educación gratuita, de calidad e inclusiva para todos los estudiantes de las escuelas municipales. Cientos de familias se verán beneficiadas con esta medida que promueve la igualdad de oportunidades“, firmaba Chahla al anunciar la gratuidad de una escuela pública, donde asisten más de 700 alumnos.
Los padres de los alumnos todavía recuerdan los carteles que anunciaban el pago de la matrícula 2024, con incrementos por arriba de la inflación y que estimaban “de casi un 400%”. Las cuotas de unos $36.000 que la Cooperativa pretendía cobrar, significarían $302.400.000 anules, a lo que se deberían sumar las matrículas y seguros escolares de los alumnos.
En 2024, la Municipalidad y la Cooperativa suscribieron un convenio de uso del inmueble –que es propiedad de la Cooperativa-y el Gobierno municipal acordó el pago de un canon mensual desde el 01/12/2023 al 31/12/2024, además de hacerse cargo del mantenimiento total del inmueble, de sus gastos operativos y de servicios, mejoras edilicias, como así también continuó haciéndose cargo de todo el personal docente y no docente que allí cumple funciones.
En la Municipalidad no consta ningún balance presentado por la Cooperativa. Miembros de la comunidad educativa de la escuela Gabriela Mistral también ha denunciado en la sede municipal que la Cooperativa ha transferido supuestas deudas de padres de alumnos a un estudio de abogados privado, que temen ser embargados por una presunta deuda ilegitima y sin ningún asidero legal. Además, habría padres que pagaron la matrícula 2024 y no les devolvieron el dinero ni siquiera después de que el Municipio anunció la gratuidad de la misma.
Incluso, trascendió que hay egresados que temen no recibir sus títulos en tiempo y forma por las deudas ilegítimas que reclama la Cooperativa, que les impediría inscribirse en la Universidad.
La pregunta es quién está detrás de la Cooperativa que consiguió que el Juez Civil y Comercial Común de Feria, Pedro Esteban Yane Mana -quien tomó notoriedad por consagrar la censura previa en Tucumán en un fallo que fue considerado “peligroso para el ejercicio de la libertad de expresión”- suspenda el proceso de expropiación que fuera aprobado por el Concejo Deliberante mediante la Ordenanza 5390, que declaró de utilidad pública los inmuebles ubicados en Juan José Paso 167, donde funciona la escuela desde hace 36 años.
En la página web de la Cooperativa todavía se recuerda el pago mensual de las cuotas, que hoy son gratuitas.
A los funcionarios y los padres de la Escuela les llama la atención el blindaje mediático que tiene la Cooperativa presidida por Claudia Elizabeth Lobos, que tiene como representante/vocero al periodista y excandidato a legislador Alfredo Grassia. En el Concejo, la declaración de utilidad pública fue aprobada con el voto de todos los ediles, a excepción de los radicales José María Canelada y Gustavo Cobos.
Sospechan que detrás de blindaje a la Cooperativa está el Alfarismo, que no controló durante años a la Cooperativa que cobraba matrícula y cuota de forma sistemática, mientras el gobierno municipal pagaba sueldos y el mantenimiento de la escuela. No consideran que sea casualidad que el primero en levantar la voz contra el Municipio y en defensa de la Cooperativa sospechada de montar un negocio millonario a costas de los padres fue el legislador alfarista Walter Berarducci.
Para el legislador del Partido por la Justicia Social, la expropiación del inmueble “resulta un atropello a las leyes provinciales, a la propiedad privada, a la educación pública municipal y -principalmente- a la comunidad educativa“, y denunció presuntos “intereses electorales“.
La Escuela Municipal Gabriela Mistral nació en el año 1988, por la iniciativa de un grupo de padres de alumnos de la sala de 5 años del Jardín municipal Semillitas que solicitaron la posibilidad de que sus hijos tuvieran continuidad en una Institución Educativa Municipal.
Nostalgia alfarista en la web de la Cooperativa de la Escuela Gabriela Mistral.
En diciembre de 1988 estos padres reunidos en una asamblea, dieron origen a la Cooperativa de servicios educativos “Gabriela Mistral”, quienes en convenio con el entonces intendente de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Dr. Raúl Martínez Araoz, dieron surgimiento a la escuela de gestión mixta municipal y cooperativa.
El profesor Hugo D’ Angelli, rector de la Escuela Gabriela Mistral, aseguró que “desde que la Cooperativa no está, se ha podido realizar desde la Dirección una gestión mucho más transparente y más cómoda, sin tantas interrupciones y se trabaja mejor, debido a que la presencia de la Cooperativa muchas veces ocasionaba problemas que afectaban el trabajo diario”.
Como ejemplo, recordó que personalmente tuvo que responder a dos expedientes iniciados en el Ministerio de Educación “por denuncias de los padres de alumnos a los que, por disposición de la Cooperativa, no se les quiso entregar el título porque debían cuotas”.
“Después de ese episodio se colocó un cartel en la puerta de la Secretaría, aclarando a los padres que debían retirar de esa oficina los títulos, sin ningún tipo de exigencia u obligación, sin tener que pasar por la Cooperativa”, enfatizó.
El rector sostuvo que “la Cooperativa acostumbraba a manejar todo el tema administrativo y tenía injerencias que no correspondían, ya que solo ellos tenían monitores de las cámaras de vigilancia para ver lo que pasaba en la escuela y son los que hablaban con los preceptores cuando se presentaba algún inconveniente, en lugar de dejar esa tarea en manos de la Dirección”.
“El hecho de que ya no esté la Cooperativa permite trabajar con mucha más libertad y transparencia, para tener un mejor manejo de la escuela”, remató.
Nota de padres de la comunidad educativa de la Escuela Gabriela Mistral a la intendenta Rossana Chahla, días después de que asumió:
Así se anunciaba la suspensión de las cuotas y matrículas en la Escuela municipal: