Luego de que desde Tucumán Despierta se publicara el estado de abandono en el que se encuentra el municipio de Yerba Buena a causa de que su intendente, Mariano Campero, se dedica en cuerpo y alma a su campaña política en desmedro de los vecinos de la Ciudad Jardín, se conoció la queja del secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Bernardo Beltrán.
Y es que el gremialista hizo hincapié en el hecho de que no se está controlando en los colegios de Yerba Buena el cumplimiento de las medidas sanitarias en contra del coronavirus. “Tenemos denuncias que instituciones de Yerba Buena no están cumpliendo con el protocolo, básicamente, el distanciamiento de las personas. No hay un metro y medio entre los chicos en los cursos”, indicó el dirigente.
Esta denuncia se enmarca en lo que fue la primera semana de presencialidad en la provincia. El problema se agrava debido al hecho de que, según trascendió, “estarían convocando a más alumnos para las próximas semanas”. Es por ello que advirtió que “tenemos miedo que este relajamiento provoque un contagio masivo, y que se llegue a clases normales, pero sin protocolo”.
En ese sentido, aprovechó la ocasión para advertir que “los propietarios de los colegios privados están jugando con fuego. Si llega a haber un problema serio, son responsables civil y penalmente de lo que le suceda a algún alumno o un docente”. Ahora bien, cabe preguntar: ¿Dónde se encuentra Mariano Campero? ¿Por qué no se hace cargo del control del cumplimiento de los protocolos sanitarios?
De más está decir que las consecuencias de la falta de aplicación de las normas a la hora de asistir de forma presencial a los establecimientos educativos pueden generar graves consecuencias. Ya no solo contemplando a la comunidad educativa de Yerba Buena, sino a los vecinos del municipio que se encuentra abandonado a su suerte y con su población a la deriva a causa de las apetencias políticas de su intendente.
Además de la inseguridad diaria que deben enfrentar los vecinos en la vía pública y hasta en sus propios domicilios, establecimientos educativos también han sido víctimas de robos y hurtos varios sin que el municipio pueda velar por su seguridad. Ni hablar de la inseguridad en materia de tránsito, ya que circular por las avenidas principales de la Ciudad Jardín se han convertido en una trampa mortal.
Y es que pareciera que en medio de la campaña política que se inició luego del cierre de listas en Tucumán vale todo. Hasta dejar de lado y descuidar la gestión de la segunda ciudad más importante de la provincia como Yerba Buena. Sin embargo, eso no pareciera importarle a Mariano Campero, ya que apunta a consolidar su ambición sin importarle el precio que deban pagar los habitantes de la Ciudad Jardín.
