Un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter ha sacudido la madrugada de este lunes las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, según ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, ha informado de que hay al menos 284 muertos y más de 2.300 heridos, aunque a la vez ha lamentado que la cifra seguirá aumentando en las próximas horas debido a que todavía queda un gran número de personas bajo los 1.700 edificios que se han venido abajo.
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En Siria, se han notificado más de 230 muertos y 600 heridos en zonas del norte y oeste controladas por el Gobierno, y decenas de fallecidos en las áreas bajo control rebelde. Es el mayor terremoto registrado en los dos países en casi tres décadas, según sus respectivos observatorios sismológicos.
El movimiento se ha sentido con fuerza en 14 países, entre los que se encuentran Líbano, Israel, Chipre y Jordania.
“Nuestra prioridad es sacar a las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados y trasladarlas a los hospitales”, ha dicho el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, que ha anunciado la declaración del nivel más alto de alarma.
También se ha puesto en estado de alerta a las Fuerzas Armadas en la zona para participar en lo que sea necesario. “Estamos recibiendo notificaciones de muchos lugares, nuestros equipos de salvamento han sido enviados a la zona, se están preparando y enviando aviones de carga”, añadió el ministro.
Ankara ha emitido una petición de ayuda internacional y varios gobiernos han respondido ya: el presidente de EE UU, Joe Biden, ha puesto a disposición de Turquía la ayuda de la agencia USAID y el vecino Azerbaiyán ya ha enviado a 370 efectivos de protección civil. La Unión Europea también se ha comprometido a prestar asistencia.
La presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), encargada de coordinar las operaciones de búsqueda y la ayuda a los damnificados, ha reconocido que hay “un gran número de edificios dañados”. “Pedimos a la población que, especialmente en las próximas horas, no entre a los edificios afectados”, dijo Orhan Tatar, representante de AFAD.