La última cifra mostró 5.894 personas muertas en Turquía y al menos 1.932 en Siria, para un total combinado de 7.826 muertes, pero se teme que el número de víctimas aumente inexorablemente, y los funcionarios de la OMS estiman que pueden haber muerto hasta 20.000.
En Turquía, donde se decretó el “estado de emergencia” durante tres meses”, el número de muertos se elevó a 5.434, según el último balance de las autoridades, mientras que en Siria murieron al menos 1.872 personas, lo que suma un total de 7.306 víctimas mortales
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD) informó que al menos 31.077 personas resultaron y que más de 6.200 edificios quedaron completamente destruidos, principalmente como consecuencia del terremoto de 7,4 que sacudió el país la madrugada del lunes y de un posterior sismo de magnitud 7,6.
Por otro lado, el terremoto dejó más de 1.449 heridos en las zonas de Siria controladas por las autoridades (provincias de Alepo, Hama, Latakia, Tartus y las zonas de Idlib en manos de las fuerzas gubernamentales), según datos del Ministerio de Sanidad sirio recogidos por la agencia estatal siria de noticias Sana.
En base a los mapas de la zona afectada, una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adelheid Marschang, indicó que “23 millones de personas están expuestas” a las consecuencias del terremoto, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.
Los temblores que infligieron más sufrimiento en una zona fronteriza, ya plagada de conflictos, dejaron a la gente en las calles quemando escombros para tratar de mantenerse calientes mientras comenzaba a llegar la ayuda internacional a las zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas.