Mauricio Macri pensaba que Horacio Rodríguez Larreta iba a jugar en silencio. No se sorprendió con las frases que el ex jefe de Gobierno porteño le dejó el domingo al diario Clarín, porque no hizo alusiones personales. Pero se irritó con el planteo del martes, cuando Larreta dijo que el expresidente quería entregarle el PRO a Javier Milei: “Todas las declaraciones, todas las actitudes van en esa dirección”, dijo sobre Macri y siguió: “Y yo lo digo, estoy en contra de entregarle al Pro a Milei, llámese fusión, co-gobierno o como quieran llamarlo”, disparó el exintendente.
A partir de esas frases, el expresidente comenzó a tejer una nueva estrategia. Según se pudo saber buscará que Larreta abandone el partido. Sin echarlo, pero que quede aislado. “La idea es que se vaya solo. Echarlo va a ser un problema, bah, un escándalo innecesario. Tenemos que presionar”, confirmó un dirigente que responde directamente a Macri.
En sintonía con ese planteo y atento a que todo se encamina a que Macri asuma la presidencia del partido de nuevo, el vicepresidente del PRO, Federico Angelini, dijo que si Larreta “no se siente identificado con eso, es lógico que no sea parte”. Se refería al planteo del exjefe de gobierno para frenar la fusión entre el partido y el espacio de Milei. “Horacio está solo en esta. Sus aliados se despegaron. Es difícil que lo sigan. Fijate que pocos salieron a defenderlo”, agregó una diputada macrista a este portal.
Una de las voces a su favor fue la de Pablo Avelluto. El miércoles en radio Splendid AM990, el exministro de Cultura, disparó: “Expulsar a los que se desvían del rumbo que el partido toma es estalinista. La identidad de inicio del PRO tiene que permanecer. Tiene que haber diálogo. Uno es lo que es. Si cambian, están en todo su derecho. No creo en esas posiciones de que si estás en contra te tenés que ir”.
Viaje y foto de fuerza
En vistas de tener un partido sin fisuras y recuperar protagonismo antes de la firma que Milei busca rubricar el 25 de mayo en Córdoba, Macri tuvo una foto con dirigentes de todo el país para mandar el mensaje de “patrón”. Avisó mediante intermediarios a Patricia Bullrich que la alianza entre ellos debe encauzarse, pero no va a suceder lo mismo con Larreta, a quien lo quiere afuera.
“Que se vaya con los peronistas desencantados y con Lousteau. Veremos como le va en la ancha avenida del medio”, dijo un legislador que suele visitar al expresidente en sus oficinas de Olivos. La guerra está declarada y Macri está decidido a terminar con la espina de su exjefe de gabinete.