Este sábado 1 de octubre se cumple el primer mes desde aquel jueves por la noche en el que Fernando Andres Sabag Montiel intentó matar a Cristina Kirchner y es también el momento en el que Máximo Kirchner decidió reaparecer tras semanas de silencio en público. Lo hizo en Morón y bajo estrictas medidas de seguridad. Se calculó la presencia de 5.000 personas en el predio y en los ingresos todos presentaron sus pulseras de acceso. Además, se controlaron mochilas y carteras.
“No fue una sorpresa”, señaló el legislador sobre el atentado contra la ex mandataria al referirse por primera vez al tema. “Queremos saber quiénes están detrás de Sabag Montiel y Brenda Uliarte”, reclamó en una crítica también a la Justicia nacional. “Ahí parece que se les acaba la intriga. Sería muy bueno saberlo”, señaló.
También apuntó contra el ex Presidente Mauricio Macri. “Cristina puso la Constitución sobre la mesa y estamos esperando que Macri se siente a discutir cara a cara”, lo desafío. En ese sentido, le sugirió que se “deje de comportar como un patrón”.
Además, respaldó el reclamo de los estudiantes en las tomas de los colegios porteños y el reciente paro que realizaron los trabajadores del sector del neumático.
El presidente del Partido Justicialista bonaerense, diputado nacional y líder de La Cámpora se presentó esta tarde durante un plenario del Frente de Todos en el municipio de Morón, que se organizó en la sede del club Matretros ubicada en Calle Sarmiento 1371. La convocatoria se pautó a partir de las 14.30 para hacer una entrada ordenada al plenario que fue cerrado por Máximo Kirchner alrededor de las 16:30.
Se trató del regreso a la escena pública del diputado nacional, que desde el 1 de septiembre guardó silencio cuadno Sabag Montiel gatilló su pistola Bersa a centímetros de la cara de la ex presidenta, generando un clima de conmoción política y social.
Kirchner había participado de un almuerzo la semana pasada en Lomas de Zamora con intendentes y dirigentes del peronismo bonaerense. Allí, como dio cuenta este medio, reconoció que tras el ataque a CFK, la acción política que encabeza quedó pausada. Este sábado, habló frente a militantes del Frente de Todos en un plenario que tendrá la particularidad de contar con mayores medidas de seguridad.
La logística fue ajustada. Nadie se pudo acercar demasiado al titular del PJ bonaerense. Se buscó que haya solo militancia de Morón y no movilizaciones desde otros distritos. Se esperaban 3.500 personas, pero esta tarde los organizadores precisaron que el número rondó los 5.000. En su discurso, Lucas Ghi —intendente de Morón— se solidarizó con Máximo Kirchner por el ataque a la Vicepresidenta.
La última vez que Kirchner habló en público fue durante una entrevista en El Destape Radio donde cruzó a la oposición y dijo que “están viendo quién mata al primer peronista y quién golpea al primer pibe o pibe, quién saca chapa de cowboy y esas cosas terminan muy mal”. Horas más tarde se dio el ataque contra la vicepresidenta y el titular del PJ bonaerense abandonó la escena pública conmocionado por el intento de asesinato contra su madre.
Mientras corre la investigación judicial por el ataque a CFK con las detenciones de Sabag Montiel, Brenda Ulliarte, Agustina Díaz y Nicolás Carrizo, el camino político por el que transita el Frente de Todos por este episodio se da en los repudios a los discursos de odio, apuntado a algunos sectores de la oposición y de los medios de comunicación.
Pese al ataque a su madre, Kirchner sostuvo el diálogo y reuniones con algunos dirigentes del Frente de Todos que no son comunicadas oficialmente. En la reunión que mantuvo en Lomas de Zamora, con intendentes y dirigentes, Kirchner reconoció que el PJ bonaerense había quedado algo estanco y que había que reactivar la vida política. Los comensales, entre los que estaban, además de intendentes Martín Insaurralde, la vicegobernadora Verónica Magario; la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez; la presidenta del bloque del Frente de Todos en el Senado bonaerense, Teresa García y el titular de la Cámara de Diputados bonaerense -y mano derecha de Insaurralde- Federico Otermin, asintieron y dijeron que dado el contexto “ya habría tiempo para volver al ruedo”.