Las primeras líneas del Frente de Todos de Buenos Aires realizaron una reunión preparatoria para la institucionalización del espacio a nivel provincial. Intentan coordinar lineamientos de gestión y establecer estrategias electorales 2023.
Anticipa desde la Provincia los posicionamientos internos en la coalición de gobierno e impone la impronta al mismo presidente de la Nación, quien hace cinco meses había marcado la necesidad de institucionalizar el debate oficialista. La concurrencia de este martes en la residencia de la Gobernación revela, en principio, la entidad que tendrá el FdT bonaerense.
Estuvieron Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario, el presidente del PJ, Máximo Kirchner; Malena Galmarini en representación del Frente Renovador; Mario Secco por el Frente Grande; Carlos Castagneto de Kolina, Mónica Macha de Nuevo Encuentro, Cristina Álvarez Rodríguez y Martín Insaurralde.
El poder, en este esquema, está conformado por la alianza de Máximo (La Cámpora), Insaurralde como representante de intendentes con base territorial, y en forma subsidiaria Kicillof, la referencia desde el Ejecutivo. Además de Sergio Massa, el titular del Frente Renovador, quien hace equilibrio en el Congreso entre los tironeos de Cristina y Alberto, con el Consejo de la Magistratura como último evento de las tiranteces.
El objetivo, aseguraron en el encuentro, es ampliar las bases de participación. Es una foto inicial, donde no está el movimiento obrero (CGT), agrupaciones sociales, entre otros. Es la estructura formal del FdT que consta en las actas de la Junta Electoral. Pero, para ganar volumen requeriría -aceptan en la mesa- de mayores presencias.
No hubo delegación de Alberto Fernández. Es presidente del PJ nacional. ¿Debería haber situado algún destacamento de su espacio?. Al cabo, fue él quién propuso la institucionalización partidaria.
El acto transcurrió a resguardo de esas especulaciones. Aunque, resultó en simultáneo con algunos planteos destemplados desde el mismo gabinete de Kicillof al colaborador más importante que tiene el presidente. El ministro de Desarrollo provincial, Andrés “Cuervo” Larroque, acaba de ilustrar con malicia que al ministro Martín Guzmán “no lo votó nadie”. A propósito de su función: “La verdadera política de desarrollo social se hace en el Ministerio de Economía, se hace con las medidas económicas sobre todo a nivel nacional“, insistió. Y el funcionario provincial considera que Guzmán no cumpliría con esos objetivos.
Su jefe de agrupación, Máximo Kirchner, ya se había anticipado con el juicio al renunciar a la presidencia del bloque FdT durante el tratamiento del acuerdo con el FMI. Kicillof también fue crítico. Siguen la línea de pensamiento de la vicepresidente Cristina Kirchner.
¿Esa será la impronta de la coalición institucionalizada?. Massa e Insaurralde, las otras dos patas de la mesa, prefieren permanecer distantes del tironeo. Aunque el responsable de la Cámara de Diputados se encarga de algunas insinuaciones, como la aceptación de la radical Roxana Reyes en el Consejo de le Magistratura, que era impugnada por el kirchnerismo duro.
Como sea, ya hay cronograma de convocatoria a “otros actores de la coalición”. Será, dicen, para “fortalecer el espacio de discusión interna y las definiciones en torno a la realidad de nuestra Provincia”.
Según explicaron, la institucionalización de mesas provinciales del FdT “es un trabajo que se viene desarrollando en varias jurisdicciones del país y pone de manifiesto el compromiso democrático con el debate de ideas y el trabajo mancomunado para mejorar las condiciones de vida de las y los argentinos”.
El 17 de noviembre 2021, Alberto Fernández habló de esos eventuales procesos de discusión y hasta planteó un modelo. “Hay que construir un Frente Amplio parecido al uruguayo”, les dijo a sus más cercanos. Desde ese momento no avanzó mucho. No abundó en detalles de la organización, de los tiempos políticos que insumiría y si en el espacio, para la toma de decisiones, todos tendrán el mismo peso. Los gobernadores aguardan respuestas. Algo de eso habrían transmitido alguno de ellos al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en el viaje que realizan a Israel.
En la Gobernación, los convocados, abundaron sobre la necesidad de la creación de ámbito de debate sobre la marcha de gobierno y la perspectiva electoral. Un forma de institucionalizar las diferencias que abruman la convivencia dentro de la coalición y apremian cada paso de la Casa Rosada.
