El refrán señala que una imagen vale más que mil palabras. Y ese dicho popular se confirma de manera contundente cuando uno se posiciona en la esquina de Mendoza y Maipú en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Y es que la cantidad de bolsas de basura que se amontonan en la intersección de ambas calles dan una clara muestra del estado de desidia y abandono en el que Germán Alfaro mantiene al Mercado del Norte, ya desalojado.
En este sentido, hay dos cuestiones que se dijeron en torno a la expulsión de los puesteros y comerciantes del Mercado del Norte. La primera de ellas se comprobó con el correr de las semanas y se refiere a la denuncia que hicieron en su momento los propios trabajadores de este establecimiento. Y es que fueron ellos que advirtieron que la única motivación que tenía la Municipalidad era la de sacarlos de allí.
Dicho y hecho. Realmente, todo indica que la única intención del intendente capitalino fue la de dejar fuera del Mercado del Norte a sus habituales comerciantes y trabajadores. Y es que jamás hizo nada como para cambiarle la cara al edificio, por el contario, las bolsas de basura amontonadas una arriba de la otra en la mismísima entrada hablan por sí mismas de que el estado del lugar no le importa nada a Alfaro.
La otra cuestión que en su momento rondó la polémica en torno al desalojo del Mercado del Norte era la promesa de Germán Alfaro acerca de que su objetivo era la de resguardar el valor patrimonial del edificio y trabajar en él lo más rápido que se pudiera para devolverle el valor que tiene y con el fin de que los trabajadores pronto pudieran volver a instalarse en el lugar que vienen ocupando desde hace décadas.
Sin embargo, el intendente mintió y quedó demostrado que ya ni siquiera le importa utilizar una de las esquinas tradicionales de la capital tucumana como una especie de reservorio de basura. El intendente no tiene siquiera la dignidad de mantener las apariencias pero, en lugar de eso, no pareciera tener problema acerca de que la mugre se amontone en el cruce de Mendoza y Maipú.
Para completar un cuadro bizarro como el que compone la fotografía de la basura en la entrada al Mercado del Norte, aparece de fondo un cartel que hace referencia a que todo forma parte de la gestión de Germán Alfaro. Si bien la propaganda política apunta a mostrar lo que supuestamente hace el Municipio, la realidad apunta simbólicamente a otra cosa, es decir, muestra que el abandono y degradación del Mercado del Norte forma parte de su gestión.
Si la única verdad es la realidad, está claro que Alfaro es un cúmulo de ineficiencia junto con desidia para no terminar haciéndose cargo de absolutamente nada. Ya no solo no da cuenta de los enormes gastos discrecionales que hace, tampoco rinde cuentas de sus promesas vacías de contenido. Y mientras él sigue saliendo bien parado, los que están en la lona siguen siendo el Mercado del Norte y quienes en el establecimiento trabajaban.
