Miguel Acevedo mantiene al corrupto condenado y “ñoqui” de Jorge Yapura Astorga con el dinero de los tucumanos. Eso es lo primero que debe saber la sociedad en su conjunto luego de que no han transcurrido todavía ni siquiera diez días desde que fue condenado a más de media década tras las rejas. Pero lo cierto es que pareciera que el vicegobernador y titular de la Legislatura padeciera amnesia.
Más precisamente, habría que señalar que más bien parece que se trataría de una amnesia selectiva. Esto se debe al hecho de que no tuvo prurito alguno el vicegobernador para sin que nadie se lo pidiera decidiera desvincular a uno de los detenidos tras descubrir en su domicilio el acopio de una gran cantidad de mercadería perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social. Cabe recordar que se trata de alguien que se desempeñaba como empleado legislativo.
Ni lerdo ni perezoso, Miguel Acevedo confirmó de manera exultante ante la prensa que el sujeto implicado fue dado de baja de forma inmediata. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el caso de otro empleado de la Legislatura, como es el caso del condenado Jorge Yapura Astorga, que hace las veces de supuesto asesor, cuando uno sabe que no se trata más que de un eufemismo para ocultar que, en realidad, se trata de un “ñoqui”.
Para colmo, quiso colgarse de Osvaldo Jaldo cuando declaró ante los medios de comunicación que “en sintonía con las medidas adoptadas por el gobernador hemos dispuesto inmediatamente la baja de esa persona”.
De esta forma, Miguel Acevedo continúa brindándole refugio a Yapura Astorga. Y, para colmo, lo hace pagándole un suculento sueldo con el dinero de los tucumanos a quien lleva nueve días como condenado por Enriquecerse con los dineros públicos, demostrados y probados hasta el cansancio en un juicio a todas luces histórico para Tucumán, menos para el vicegobernador, quien prefiere mirar para otro lado.
Lo cierto es que debe quedarle claro a la sociedad que el presidente de la legislatura provincial y vicegobernador Miguel Acevedo decidió generarle jugosos ingresos que, como no podía ser de otra manera, pagamos la totalidad de los tucumanos de nuestros flacos bolsillos. En ese sentido, cabe señalar que Acevedo no es ajeno a esta grave situación ni se trata de una casualidad.
Y es que, de hecho, es menester recordar que el ahora titular de la Legislatura tucumana fue ministro del interior de la provincia en un período en el que Yapura Astorga era el intendente de Tafí del Valle y con quién mantiene una estrecha relación en el marco de un vínculo que bien le vale hoy la protección legislativa que recibe, sin importar nada que resultara condenado hace menos de diez días.
Esta situación agrava mucho más que lo haya “nombrado” en el cargo que supuestamente cumple en la Legislatura provincial, porque el vicegobernador tampoco puede desconocer lo que establece el Estatuto para el Personal que preste servicios remunerados en jurisdicción del Poder Legislativo, ley 8996, normativa que en el CAPITULO III- INGRESO Y EGRESO, Art. 7 inc. 4 establece algo muy contundente:
“Acreditar buena conducta mediante certificado de antecedentes” y que en su Art. 11 Inc. 3 – Impedimentos. No pueden ingresar ni reingresar al Poder Legislativo, textualmente expresa: “El que tenga proceso penal pendiente” o hubiere sufrido condena por delito doloso. Ahora bien, si es requisito obligatorio el cumplimiento de estos artículos, entonces cabe realizar una serie de oportunos interrogantes:
¿Cómo es posible que el condenado por delitos de corrupción Jorge Yapura Astorga esté cobrando un jugoso sueldo con dineros pagados por todos los tucumanos? ¿Acaso el presidente de la cámara legislativa pasó por alto el certificado de buena conducta? ¿También pasó por alto el artículo que aclara que NO PUEDE TENER PROCESO PENAL PENDIENTE (mucho menos condenado)?
¿Este accionar del presidente de la Legislatura no incurre en delito penal? ¿Desde cuándo Yapura Astorga se encuentra nombrado en la legislatura provincial por Miguel Acevedo? ¿Acaso le debe algo el vicegobernador al ex intendente tafinisto como para tener que quedar manchado ante la opinión pública dándole un lugar en la Legislatura a expensas del dinero que aportan los tucumanos? Se trata de muchas preguntas que deberían tener respuestas inmediatas.
Tan inmediatas como la decisión de Miguel Acevedo de echar de la Legislatura a alguien que deberá rendir cuentas ante la Justicia. Entonces, se trata de la doble vara del vicegobernador, la cual es severa con sujetos desconocido para la opinión pública, pero laxa para dirigentes políticos amigos del poder, aunque hacerlo signifique que los tucumanos sigan pagando con su impuesto el sueldo de un corrupto, condenado a cinco años y tres meses de prisión.