Juan Román Riquelme y Miguel Ángel Russo tendrán mañana una reunión en la que se tratará la continuidad del director técnico de Boca. Los malos resultados, pero especialmente los problemas en el funcionamiento, podrían decretar la salida anticipada del entrenador.
La derrota de ayer frente a Estudiantes en La Plata parece haber sido la gota que rebalsó el vaso. Los constantes cambios de esquema, la falta de vocación ofensiva y los inconvenientes para identificar una idea de juego provocaron que muchos dirigentes sostengan que el ciclo ya está terminado.
El contrato de Russo con Boca finaliza en diciembre y la idea de Juan Román Riquelme no es echarlo, pero esperaría un gesto en caso de que coincidan en que la situación llegó a un límite. La charla sería mañana, en la vuelta del plantel a los entrenamientos, pero no se descarta que se adelante a esta noche.
Si bien la preocupación por el funcionamiento no es algo nuevo, las dos eliminaciones a River (ambas por penales) le dieron un poco de aire para pasar la turbulencia. Además, la escandalosa salida de la Copa Libertadores y la polémica por el aislamiento corrieron el foco por un rato.