El presidente Javier Milei encabezó este viernes el acto central por el Día de la Bandera en el Campo Argentino de Polo, donde tomó juramento a cadetes, aspirantes y soldados, y ofreció un enérgico discurso en defensa del rol de las Fuerzas Armadas, con fuertes críticas al uso político que se hizo de ellas en las últimas décadas.
“Es un orgullo para mí cumplir el rol de presidente y comandante en jefe de nuestras Fuerzas Armadas”, expresó Milei en el inicio de su intervención. “Quiero agradecerles en nombre de toda la ciudadanía por la valiente decisión que tomaron al unirse a nuestras fuerzas. Ponen en riesgo sus vidas para cuidarnos a todos, lo que constituye el más noble de los servicios a la patria”, afirmó.
El mandatario también dedicó un reconocimiento especial a las familias y formadores de los nuevos efectivos: “La reconstrucción del país no solo tiene como pilar a nuestras fuerzas, sino también a las familias argentinas de las que se nutren y a las cuales juraron proteger”.
A 205 años del fallecimiento del general Manuel Belgrano, creador de la enseña nacional, Milei destacó el valor del juramento a la bandera: “No es una mera formalidad, es un compromiso tan grande como la vida misma, la cual deben estar dispuestos a dejar si la patria lo demanda”.
Durante su discurso, el presidente cuestionó con dureza a las gestiones anteriores por lo que consideró un abandono sistemático del sistema de defensa: “Durante años, la política utilizó a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa. Bajo el argumento de que los uniformados eran los malos de la película, desatendieron las necesidades del país frente a las nuevas amenazas globales”.
Y agregó: “Se llenaron la boca hablando de soberanía, como si la soberanía fuera agrandar el Estado en lugar de asegurar la prosperidad del pueblo. Una verdadera deshonra para quienes forjaron nuestra patria”.
Milei aseguró que su gobierno está construyendo un nuevo paradigma en materia de defensa: “No se trata solo de palabras, sino de decisiones concretas que estamos tomando. Queremos grabar estas bases en la historia de la nueva Argentina”.
En el tramo final, se dirigió directamente a los cadetes: “Ustedes son el futuro de la patria. Tomen el ejemplo de Belgrano y hagan lo suyo frente a las adversidades. El mundo cambia y las amenazas no se limitan al campo de batalla, también pondrán a prueba su mente y su cuerpo de formas que aún no imaginan”.
Y cerró con una arenga cargada de emoción: “¡Viva la patria! Que Dios los bendiga y que la fuerza del cielo nos acompañe”.