
El Presidente sobrevolará la ciudad, mientras que el Gobernador llegó el viernes por la noche. Patricia Bullrich y Luis Petri ya están en el lugar y recorrieron las zonas afectadas junto a la Prefectura. Durante todo el viernes hubo articulación de acciones entre ambas gestiones.
En las próximas horas puede darse una foto impensada días atrás, ya que el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el Presidente Javier Milei coincidirán este sábado en Bahía Blanca, a raíz de la histórica inundación que afectó a la ciudad del sur de la provincia. Según informaron en Casa Rosada, el jefe de Estado sobrevolará la zona, mientras que el mandatario provincial llegó por vía terrestre en la noche el viernes.
Más allá de una eventual imagen que registre a Milei y Kicillof juntos, es un hecho la articulación entre ambas gestiones en medio de la catástrofe climática que afectó a Bahía Blanca. A partir de la segunda mañana del viernes hubo comunicación aceitada entre el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, y el jefe de Gabinete de Nación, Guillermo Francos.
Francos habló por teléfono con Bianco para habilitar el envío de equipos y fuerzas. “Fue un diálogo político para ofrecer apoyo y mostrar predisposición”, expresaron en el oficialismo a TN. Esta reapertura del vínculo entre Nación y Provincia posibilitó la articulación luego entre los equipos técnicos.
En la tarde del mismo día llegaron la ministra Patricia Bullrich y el titular de Defensa, Luis Petri. Ambos se integraron al comité de emergencia, del que participó también Javier Alonso, el responsable de la seguridad en la Provincia. Los intercambios entre ambas gestiones fueron constantes durante toda la jornada. Bullrich coordinó el envío de la brigada USAR de la Policía Federal desde una mesa operativa con la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, se contactó también con Bianco y con el Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, por el envío de equipos y materiales para los vecinos.
El antecedente de la inundación de La Plata en 2013 motorizó una reacción casi inmediata tanto del gobierno provincial como de Nación, que lograron coordinar el trabajo para no repetir los errores cometidos en la catástrofe de la capital bonaerense.

El hecho adquiere mayor relevancia dadas las diferencias políticas que existen entre ambas gestiones y porque en el pasado no habían podido articular el trabajo. El ejemplo inmediato son los cruces por la inseguridad en la provincia de Buenos Aires tras el asesinato de Kim Gómez, la nena asesinada en un robo en La Plata.
Pero hubo otro hecho en Bahía Blanca que requirió esfuerzos entre Nación y Provincia y más allá de una foto, no hubo mayores colaboraciones de Casa Rosada. Este sábado puede repetirse la imagen, pero esta vez con un profundo trabajo de ambas jurisdicciones detrás.
La Casa Rosada puso a la brigada de la Policía Federal Argentina, Prefectura Naval y Gendarmería a disposición del gobierno bonaerense y de las autoridades locales. Lo mismo aplica para las Fuerzas Armadas, que ofrecieron la colaboración del Comando Conjunto de Protección Civil.

Las FFAA están desplegadas por la zona para realizar operativos de evacuación terrestre y fluvial, que incluyen vehículos Unimog, Robus y BMW junto con botes de la Compañía de Comandos 603 para el traslado de personas afectadas.
Una tregua en la campaña
El acercamiento forzoso entre Milei y Kicillof de estos últimos días supone una tregua en las hostilidades entre ambos. Se espera que la campaña política de los próximos meses profundice los cruces y entredichos entre los mandatarios, que se retroalimentan en la polarización. Pero ante la catástrofe, dejaron sus diferencias de lado y se enfocaron en su rol institucional.
El saldo de los gestos de uno y otro lado -aún por necesidad– dejaron en evidencia una premisa que parecía imposible meses atrás: es posible gestionar juntos. Los equipos técnicos, pero también políticos, funcionaron sincronizados desde temprano para intentar contener la situación.
Incluso esta misma semana se habían cuestionado mutuamente, luego de la apertura de sesiones del Gobernador, donde había cuestionado la falta de recursos para las provincias y la negativa del Presidente a trabajar en conjunto. Y ese será además el tono de una campaña electoral que no dará inicio formal hasta agosto o septiembre, pero que en los hechos comenzó hace tiempo.