Ayer durante la conferencia de prensa del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, sucedió algo que sorprendió al momento de realizarse los anuncios de las nuevas medidas para el agro. Estas contemplaban la suba de retenciones para los subproductos de la soja y la creación de un fondo para subsidiar el precio de la harina que llega a las panaderías, con el objetivo de frenar la suba del precio del pan.
En su exposición el titular de la cartera agropecuaria informó sobre el incremento en las retenciones del aceite y harina de soja, que pasan del 31% al 33 por ciento. El extra de recaudación por ese concepto se destinará a financiar el fondo triguero.
Pero ante una consulta realizada por este medio sobre el aumento de las retenciones al biodiésel, como consta en el Decreto que se publicó el último sábado en el Boletín Oficial, Domínguez primero lo negó, forzando a su subsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, a corregirlo frente a las cámaras: “Perdón, ministro, pero el biodiésel subió a 30%”, señaló, corrigiendo al titular de la cartera agropecuaria.
“Perdón, ministro, pero el biodiésel subió a 30%”, corrigió el secretario al ministro.
Si bien en las últimas horas trascendió que las medidas fueron decididas por el presidente Alberto Fernández y su equipo económico, del que Julián Domínguez forma parte, el error del ministro también sugiere que otros sectores de la coalición de Gobierno intervinieron en el diseño de las medidas, como la secretaría de Comercio Interior. El área que comanda Roberto Feletti tendrá a su cargo la administración y ejecución del Fondo Estabilizador Temporal del Trigo Argentino. En la rueda de prensa de ayer, Domínguez declinó responder en qué medida ese fondo podría influir sobre el precio del pan. Señaló que la responsabilidad de su cartera es el precio del trigo y remitió la cuestión del precio del pan a la competencia de Comercio Interior. Un modo elegante de desmarcarse de la eventual ineficacia de la medida.
A todo hay que sumar que a principio de mes, en otro encuentro con la prensa, Domínguez había dicho que el Gobierno “no tomará medidas drásticas de cierre de exportaciones y aumento de retenciones” ante el impacto del conflicto bélico en los precios internacionales de los granos. Luego ocurrió lo contrario, más allá que el ministro aseguró que son políticas temporarias que -alegó- no perjudicarán a los productores.
“Hay que cuidar a la gallina de los huevos de oro”, precisó el ministro Julián Domínguez, al referirse al sector productivo. Lo definió como el gran generador de empleo y divisas, y al cual hay que dotarlo de medidas que generen previsibilidad y confianza, para aumentar los niveles de producción. Mientras tanto, las bases de productores se encuentran por estas horas movilizadas y organizando asambleas, en rechazo al permanente cambio de las reglas de juego y a la política oficial hacia el sector. Hoy habrá una asamblea en la rotonda de ingreso a la localidad de Crespo, provincia de Entre Ríos, y mañana desde las 14:30 se realizará un tractorazo en Ceibas, también en territorio entrerriano.
Más rechazos a la medida
Hasta el momento es unánime el rechazo de diversos sectores del campo y la agroindustria a las medidas anunciadas para contener el precio del pan. El principal argumento es que las mismas ya se aplicaron en otro momento y no resolvieron los problemas del consumidor, que siguió pagando precios altos por los alimentos, y derivó en una merma de la producción.
Las cuatro cadenas de valor agrobioindustriales señalaron en un comunicado su preocupación por el permanente cambio de las reglas de juego, “de forma inconsulta y unilateral por parte del Gobierno”. Además, advirtieron que los impuestos a las exportaciones “conspiran contra la creación de empleo genuino y federal. Y aumentarlos es alejarnos de una solución perdurable”.
Frente a este panorama los integrantes de Maizar, Acsoja, Argentrigo y Acsoja, dijeron que “nuevamente estamos tropezando con la misma piedra. Como argentinos tenemos la obligación de opinar y proponer. Necesitamos reglas claras, certezas y estímulos. Más del 40% de nuestros compatriotas están por debajo de la línea de pobreza. La necesidad de creación de empleo genuino es imprescindible, y por este camino eso no sucederá”.
Por último, se recordó que el Estado Argentino cuenta con recursos extraordinarios por el incremento de los precios internacionales. A lo que los dirigentes se preguntaron: “¿Por qué entonces no aplicar esos recursos extraordinarios a la atención de la gente que lo necesita? Existen herramientas (por ejemplo, tarjeta Alimentar y eliminación del IVA a productos específicos)”.