Anne Heche, la reconocida actriz norteamericana murió hoy a los 53 años como consecuencia de las graves heridas que sufrió cuando el vehículo que conducía se incendió, luego de chocar contra una vivienda en Los Ángeles, según confirmó The Guardian.
En los próximos días seguramente las hipótesis de los medios sobre el trágico desenlace hablarán más de la tumultuosa vida pública de Heche, nacida en 1969, que de su larga carrera en cine y TV llena de personajes intensos y fascinantes a los que la actriz solía dotar de matices y sensibilidad. Unos papeles que, como ella misma era la primera en admitir, la ayudaban a sanar de sus muchos traumas del pasado. Esos que en varias etapas de su carrera resultaron inseparables de los que padecían los personajes que interpretó.
De hecho, la actuación se transformó en su vía de escape y ocasional sustento familiar cuando Heche tenía doce años y comenzó a trabajar en obras de teatro en las que ganaba cien dólares por semana, apenas lo suficiente para mantenerla a flote luego del complicado divorcio de sus padres. En su autobiografía publicada en 2001 titulada Call me Crazy reveló el abuso sexual al que la había sometido su padre durante su infancia y cómo esa horrorosa experiencia había provocado en ella diversos padecimientos psiquiátricos como el desarrollo de una segunda personalidad a la que llamaba Celestia y creía que había llegado de otro planeta para salvarla.
“No creo estar loca, pero sí pienso que tuve una familia desequilibrada y me llevó 31 años empezar a sanar todo eso”, explicaba la actriz al tiempo de la publicación de sus memorias en las que también relataba que años después del divorcio de sus padres descubrió que su padre era gay y había fallecido en 1983, luego de haberse contagiado de VIH. En ese contexto, apenas recibida de la escuela secundaria, Heche consiguió el papel de las gemelas idénticas Marley y Victoria en la longeva telenovela Another World en la que trabajó durante ocho años y gracias a la que consiguió un premio Emmy a la mejor actriz joven de televisión diaria en 1991.
Ese reconocimiento la colocó en el radar de Hollywood, en donde comenzó a trabajar en pequeños papeles de actriz invitada en series y telefilms y algunas participaciones secundarias en películas de mediano éxito como Eligiendo mamá, protagonizada por Melanie Griffith y La jurado, con Demi Moore. Finalmente, en 1997 su suerte empezó a cambiar cuando consiguió el papel de la esposa de Johnny Depp en el film Donnie Brasco, protagonizado por Depp y Al Pacino. Aunque se trataba de una participación menor, las críticas que destacaban su buena labor en escena elevaron el perfil de la actriz que casi de la noche a la mañana se transformó en la favorita de Hollywood.
Ese año, 1997, Heche no paró de trabajar y de ampliar su registro interpretativo. De la película de mafiosos a un tanque de cine catástrofe como Volcano, coprotagonizado por Tommy Lee Jones hasta la comedia negra Mentiras que matan, la actriz mostraba una versatilidad y un carisma que parecían anticipar una carrera tan prolífica como extensa. Sin embargo, cuando la actriz apareció en la alfombra roja de la premier mundial de Volcano junto a su nueva pareja, la comediante Ellen DeGeneres, su vida profesional tomó un rumbo inesperado.
Según contó la actriz el año pasado en una entrevista con el diario The New York Post, su decisión de invitar al evento a DeGeneres, a quién había conocido meses antes en la fiesta que organiza la revista Vanity Fair la noche de los premios Oscar, la convirtió en una víctima inmediata de la furiosa homofobia enquistada en los medios y en los estudios de cine. “No me contrataron en una película de estudio por los siguientes diez años. De hecho, me anularon un contrato de diez millones de dólares para un futuro film y hasta intentaron despedirme de la comedia romántica Seis días, siete noches. que estaba a punto de comenzar a filmar con Harrison Ford. Si no lo hicieron fue porque Harrison se puso de mi lado y me defendió”, explicó Heche en 2021 al recordar aquellos años y su lugar como “la primera víctima de la cultura de la cancelación”.
Más allá de la intervención de Ford en su favor, lo cierto es que la desmedida atención puesta en su relación con DeGeneres terminó por convertir a la actriz en el chivo expiatorio del fracaso de taquilla de la película, una mentira que pareció confirmar luego el tropiezo en la taquilla de su siguiente película: la remake/recreación de Psicosis dirigida por Gus Van Sant. En aquel tiempo, muchos preferían cargar las tintas sobre Heche antes que admitir los varios problemas de guion y producción de ambos proyectos. Esos fracasos terminaron por otorgarle a los estudios la mejor excusa para, según recordaba ella hace pocos años, ponerla en una lista negra muy difícil de dejar atrás.
En los años siguientes, con los grandes estudios dándole la espalda, Heche regresó a la televisión con papeles destacados en series como Ally McBeal y Nip/Tuck, proyectos de alto perfil en los que pudo volver a demostrar su talento a pesar de la morbosa fascinación que parecía ejercer su vida personal en el público. Los comentarios que ponían en duda la sinceridad de su romance con DeGeneres, la cobertura que hicieron los medios de su ruptura y la crisis de salud mental que sufrió la actriz después de ella, hicieron de Heche un blanco fácil y objeto de burla tanto para las publicaciones de chismes como para los comediantes y los conductores más populares de programas de entrevistas de la TV.
Y aun así, la actriz nunca dejó de intentar tomar las riendas de su carrera. Así llegaron dos papeles protagónicos en las obras de Broadway Proof y Twentieth Century, por la que recibió una nominación como mejor actriz en los premios Tony, y su primera serie como protagonista, Men in Trees (2006), una divertida comedia romántica que fue cancelada después de dos temporadas. Una vez más, en aquel momento las críticas celebraban el trabajo de Heche mientras que los paparazzi se regodeaban con su divorcio, el hecho de que su exmarido y padre de su primer hijo Homer, la hubiera demandado por una millonaria suma en concepto de pensión alimentaria y su incipiente romance con el actor James Tupper, su coprotagonista en Men in Trees, con el que tuvo a su segundo hijo y del que se separó hace unos años.
Con el paso de los años y los cambios culturales en relación con temas tan sensibles como la orientación sexual y la salud mental, la actriz parecía estar dejando atrás los tiempos más difíciles especialmente gracias a unos cuantos papeles destacados en películas como Amante a domicilio, junto a Ashton Kutcher (Amazon Prime Video) y series como Hung (disponible en HBO Max), Chicago PD (Amazon Prime Video) y All Rise, entre otras. Por fin, en los que resultaron sus últimos años de vida, Heche fue reconocida como una actriz capaz de aportar interés y emoción a cualquier proyecto en el que apareciera, un lugar que se ganó gracias a su talento y la fortaleza que demostró siempre para navegar las peligrosas y traicioneras aguas de Hollywood.