El ex presidente de Perú, Alan García, murió esta mañana tras dispararse en la cabeza en su casa en medio del operativo policial que había llegado para detenerlo por sus supuestos vínculos en la trama de corrupción del caso Odebrecht. Al momento de llegar los agentes, el ex mandatario se encerró en su habitación y se pegó un tiro.
Agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad habían acudido este miércoles a la vivienda del ex mandatario en Miraflores para cumplir la orden de arresto que pesaba sobre él. Las fuentes citadas por RPP han indicado que los agentes se lo encontraron ya herido.
El abogado Genaro Vélez confirmó al diario peruano El Comercio que el expresidente ha sido ingresado en el hospital Casimiro Ulloa. Tras el intento de los médicos de intentar salvarlo, el ex mandatario peruano falleció.
García estaba siendo investigado por presuntos sobornos en la construcción de un tren para Lima, proyecto en el que estaba involucrada la constructora brasileña Odebrecht. La Policía también había detenido este miércoles a Luis Nava, ex secretario general de Presidencia, y Miguel Atala, ex vicepresidente.
El antiguo presidente siempre ha defendido su inocencia pese a las sospechas en su contra y el martes reiteró esta postura en un mensaje publicado en Twitter: “Como en ningún documento se me menciona y ningún indicio ni evidencia me alcanza sólo les queda la especulación o inventar intermediarios. Jamás me vendí y está probado”.
García gobernó Perú en dos mandatos -de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011- y en los últimos años hizo frente a las acusaciones vertidas contra él por presunta corrupción. En noviembre, solicitó asilo sin éxito a Uruguay tras refugiarse en la Embajada uruguaya en Lima.
Además de a García, la trama corrupta de Odebrecht también ha salpicado a otros mandatarios de Perú como Alejandro Tolero, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuzcynski, así como a la dirigente opositora Keiko Fujimori. (DPA)