Los familiares y amigos del popular conductor Gerardo Rozín, que falleció este viernes a los 51 años, se acercaban este sábado a una casa velatoria del barrio porteño de Almagro para darle el último adiós.
Desde las 11, importantes figuras del espectáculo se acercaron para despedir los restos del periodista, que en las últimas semanas se había mantenido alejado de sus actividades laborales.
En la sala velatoria se encontraba Eugenia Quibel, su actual compañera de vida, y sus dos hijos, Pedro y Elena. Además, estaba su expareja Carmela Bárbaro, quien es la madre de su hija.
Entre los primeros que se hicieron presentes en el lugar se destacaron el productor teatral Carlos Rottemberg y los conductores “Beto” Casella y Nicolás Repetto, al igual que la periodista Romina Manguel.
“Últimamente no nos habíamos visto tanto, pero nos hablábamos por teléfono. Hablábamos mucho de la vida. Era un tipo de bien, no hizo cosas jodidas, no tenía la vocación del conflicto“, expresó Casella en declaraciones a la prensa, desde la puerta de la sala velatoria.
Y agregó: “Aportó mucha creatividad a la televisión. Los productos de Gerardo siempre tuvieron una cosa distintiva. Si bien tuvo una vida breve, fue bien vivida, de mucho disfrute”.
Por su parte, Nicolás Repetto, con quien Rozín compartió el programa “Sábado Bus”, lo definió como un hombre “muy agradecido y leal”, y agregó: “Era un tipo muy inteligente, muy gracioso pero profundo, sensible. Se lo va a extrañar. Era una gran persona”.
También se acercó al velorio Julio Bárbaro, el exsuegro de Gerardo Rozín y abuelo de la hija menor del periodista: “Lo quise mucho. Soy el viejo suegro que vino a despedir a un amigo“.
En tanto, el empresario Daniel Hadad consideró que Rozín era “un tipo que podía hacer de todo”, y completó: “Gerardo es la demostración de que alguien con ganas de trabajar se abrió camino”.
Fueron muchísimos los artistas, agradecidos con el periodista por la difusión que hizo de la música nacional, los que lo fueron a despedirlo. Entre algunos de ellos se destacó la presencia de Jairo y Luciano Pereyra.
También personalidades de los medios como Gustavo López, Zaira Nara y Sebastián Wainraich, junto a su mujer Dalia Gutmann, pasaron a darle el último adiós al periodista. Una de las que se las vio más afectadas llegando al velatorio fue a Jésica Cirio, quien fuera su compañera de conducción durante los últimos cinco años en Morfi, todos a la mesa (Telefe).
Alrededor de las 15 se coronó la ceremonia y los restos de Rozín fueron trasladados en el cajón con los colores del club de sus amores, Rosario Central, justamente hasta la ciudad de Rosario, en donde nació y creció el aclamado productor, tal cómo lo pidió en su última voluntad.
LGP