Luego de que todavía resuena el eco tras las polémicas del presidente festejando el cumpleaños de su mujer con un grupo de personas en plena cuarentena, y a causa de que se trata de un asunto de una gravedad institucional inusitada y afectan la credibilidad del sistema normativo, la legisladora provincial y candidata a diputada nacional por Fuerza Republicana, Nadima Pecci, realizó la presentación de un proyecto de repudio a lo sucedido en la Quinta de Olivos.
El objetivo es que la Legislatura de Tucumán exprese “su más enérgico repudio a las conductas del Sr. Presidente de la Nación”, lo cual se debe al hecho de que son “incompatibles con las estrictas normas de restricción social exigidas a la población argentina”. Y es que esto no puede quedar impune. Es indispensable que el país recupere la ejemplaridad en cabeza de quienes mandan. Hipotecaron la confianza pública en la figura presidencial.
Al respecto, la legisladora provincial hizo hincapié en el hecho de que “desde el inicio de la pandemia vimos como el kirchnerismo, hizo uso y abuso de su posición para gozar de privilegios”. De hecho, cabe destacar que, mientras millones de argentinos eran intimados a permanecer en sus casas o se los perseguía por querer trabajar o estudiar, el poder seguía su vida normal.
En ese sentido, hay una violación legal, pero también un ataque a la confianza pública en las instituciones que debe ser castigado. Al respecto, Nadima Pecci remarcó el hecho de que “mientras a los ciudadanos se los privaba de sus derechos más básicos”, el “presidente y su familia violaban abiertamente las restricciones sanitarias”. En esa línea, rememoró el uso del “poder político para las vacunas VIP”.
Pero también “como iba el entrenador del perro del presidente a la Quinta de Olivos, porque claro, los chicos no iban a la escuela, pero Dylan no podía estar sin entrenador”. Además, la legisladora provincial subrayó “las visitas de modelos y personajes de la farándula”, es decir, “todo mientras la gente estaba encerrada sin poder ni siquiera visitar a nuestros seres queridos enfermos”.
Pero el colmo llegó de la mano de la aparición del festejo de cumpleaños de la primera dama, como una burla más al pueblo argentino. “Por la investidura presidencial, y lo que ella institucionalmente representa”, mencionó Pecci, es que resulta ultrajante para el agotado sistema sanitario que “viole abiertamente las normas que el mismo dicto y que se aplicaron sin miramientos al resto de la población argentina”.
Es por ello, que la candidata a diputada nacional dejó en claro en su proyecto de repudio a lo sucedido en la Quinta de Olivos que “estas acciones dañan a la política y a las instituciones y por eso no pueden pasar inadvertidas”. Y es que, en definitiva, esto supera cualquier coyuntura o pujar electoral. Es una afrenta al pueblo argentino que no puede admitir contemplaciones. Hay que ser firmes en el reclamo para que termine la impunidad del poder.
