Netflix decidió apostar a la industria de los videojuegos y baraja la posibilidad de ofrecer contenido propio a partir de 2022. Así lo comunicó en una carta para los accionistas, además de concretar que este nuevo añadido no supondrá un aumento del precio de las suscripciones
Los nuevos videojuegos aparecerán “junto con la tarifa actual” como un “nuevo género de programación”. Algo parecido a lo que ha hecho Netflix con los documentales o especiales de stand-up (comedia).
En el comunicado, la plataforma señala que después de casi una década, están “muy ilusionados” con su oferta en películas y series, y que si bien desean continuar ese camino, también consideran que “ha llegado el momento” de comprobar la manera en la que sus suscriptores valoran a los videojuegos. Aunque no se ha ofrecido detalle alguno sobre títulos o licencias, Netflix tiene claro cuál será su primer movimiento: “nos centraremos principalmente en títulos para móviles”.
La apuesta, no obstante, no es sencilla. Netflix deberá competir con otros gigantes de la talla de Xbox, Sony, Activision Blizzard o Ubisoft que llevan la delantera en una industria que multimillonaria. Se prevé que este año la facturación agregada supere los 189.000 millones de dólares, según la consultora estadounidense Newzoo.
Además, el mercado ha encontrado su espacio en el dispositivo más popular: el móvil. Solo el año pasado, el gasto de videojuegos a través de móviles fue de 86.000 millones de dólares, muy por delante de las consolas (51.000 millones) y de los ordenadores (37.000 millones).