No es fácil conseguirlos en tiempos de coronavirus. En algunas farmacias no hay barbijos. En otras, con suerte, se puede conseguir. La disposición de uso obligatorio del barbijo provocó una falta de stok en algunos locales: depende de la zona y del distribuidor.
“La mayoría de los barbijos quedaron en manos del Estado – dijo Emilio Alves, representante del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán-, son destinados al personal de la salud”, agregó.
Las distribuidoras más pequeñas proveen a las farmacias. Sin embargo, el problema es que es muy irregular la distribución; por eso hay farmacias que tienen el producto y otras que no.
“Un barbijo vale entre $ 50 y $ 70 -precisó Alves-, es del tipo que más usa la gente. Hay barbijos que cuestan $ 800, pero son especiales. Esos básicamente son para la gente de quirófano”, afirmó.
Alves resaltó que a los barbijos “no corresponde” que los vendan en cualquier lugar. Deben venderse en las farmacias, insistió. “Tampoco hay que confundir los barbijos que se venden en ferreterías, porque son para gente que trabaja con la madera y necesita un tipo de barbijo que se compra en ferreterías”, advirtió.
Además, Alves desalentó la idea de fabricar barbijos caseros. “Un barbijo tiene que tener una tela especial. Son distintas telas, tiene que tener una porosidad especial para que no pase todo de un lado a otro -resaltó-. Es lo mismo que yo me ponga a fabricar jeringas, pero quien me controla, lo importante es dónde se hace, quién lo hace y que tenga un control de calidad, porque esto no es ponerse una tela en la cara y listo”, remarcó.
“No es cuestión de improvisar cualquier cosa. No se puede poner un pañuelo en la cara y creer que ya está resuelto”, recalcó.