“Ya venimos arrastrando varios hechos delictivos”, reprocha cansado Germán C. Oficia de vocero de los cadetes que trabajan para las aplicaciones de delivery que invaden las calles tucumanas, en sintonía con lo que ocurre en todo el mundo. En nuestra provincia se han organizado para hacer frente a la inseguridad y ayer realizaron una numerosa movilización: una marea roja se congregó en el Monumento al Bicentenario, pasó por el domicilio particular del ministro de Seguridad, Claudio Maley, y terminó en la casa del gobernador Juan Manzur, en la ciudad de Yerba Buena, donde tuvo lugar el robo que los llevó a decir “¡basta!”.
“Anteanoche le han robado a un compañero y le pegaron tiro en la pierna, le han quebrado tibia y peroné. Le robaron la moto en Perú y Roca, a pocas cuadras de la Municipalidad de Yerba Buena. Cuando nos enteramos, pausamos todos la aplicación y salimos a buscar la moto porque somos un grupo muy unido. La moto es el material de laburo de cada uno. Al compañero le pusieron un arma en la cabeza, gatillaron y no salió la bala y se llevaron la moto”, explica.
A la marea roja de cadetes les “llegaron fotos” de la moto, salieron a buscar al delincuente y decidieron realizar este lunes una “marcha pacífica”. En el domicilio particular del gobernador Manzur “le explicamos al jefe de la Policía de Yerba Buena que estaba todo bien, que hemos venido pacíficamente pero que para que repercuta teníamos que venir acá”. Una señora de 53 años que acompañaba la protesta fue -según denuncian- “empujada por un policía y se desató el quilombo”. Un altercado entre cadetes, la policía y personal del Grupo de Operaciones Motorizados (GOMT).
“Era una marcha pacífica y el vago este se le tiró encima a la mujer. No íbamos a buscar la moto robada, hoy era una marcha y nada más”, aclara en nombre de sus colegas.
Un vecino alertó al grupo que el delincuente se encontraba en su domicilio y salieron a buscarlo: “estábamos todos enojados, calientes, era el momento de encontrar la moto y al ladrón“. “Lo hemos encontrado, tiene 17 años. La víctima hizo la denuncia para que puedan entrar al domicilio, pero hasta el momento no llegó la orden de allanamiento”, señalan.
El presunto delincuente fue visto arriba de una tapia por los cadetes que de acuerdo a su relato ya habían rodeado toda la manzana. “Lo hemos reducido nosotros. Llegó la policía, la GOMT, Infantería. Un vecino nos dice que el cómplice estaba en medio de nosotros, en el lugar, mirando el lío como uno más: él fue a buscar la moto, la llevó a la esquina de la casa del que le robaron, aparece en un descampado cerca del domicilio de la víctima“, narra, sin poder creer lo que cuenta mientras lo va relatando, paso a paso.
“No llegaron a desarmar la moto. Desde el momento del robo la moto estuvo tirada en algún lado. ¿Cómo puede aparecer de la nada? No han hecho nada los policías, fuimos nosotros. Estuvimos anoche en la plaza Vieja hasta las 2 y media llamando a la policía hasta que mandaron a dos de la motorizada”, reprochan, todavía enojados.
El vocero del grupo recalca que tras la aparición de la moto se levantó la denuncia del robo “porque ya se encontró” y que el presunto delincuente “es menor y a la cárcel no va a ir”.
“Queremos laburar tranquilos, le hemos dicho al jefe (de la policía) que no nos mientan: nos prometieron que iban a andar y estuvieron dos días. Cuando veamos que liberan zonas de nuevo vamos a hacer seis marchas por semana si hace falta”, arremete ofuscado, harto.
Los cadetes tucumanos están cada vez más organizados. “En Yerba Buena somos aproximadamente 200, unos 250. Se suman los de otras empresas, los de Capital también que están divididos en Centro, Sur, Villa Luján, la mayoría nos fueron a apoyar. Otros se iban uniendo a medida que pasábamos”, destaca sobre la convocatoria.
Germán trabajaba como cadete hasta que pudo ingresar a Pedidos Ya porque “hay mejor rendimiento para el bolsillo”. Dice que la mano venía “movida hasta diciembre, pero enero y febrero es una muerte”.
“Hoy ya dijimos que pase lo que pase tenemos que apoyarnos entre nosotros porque no nos queda otra. Podemos ir hasta de 10 a los pedidos. Te roban en la oscuridad o en el centro a plena luz del día. Recuperemos las motos robadas o no hay que salir a laburar de nuevo”, detalla sobre la situación que afrontan a diario.
“Queríamos que la policía se ponga las pilas y busque la moto robada. Esto es por todos, no puede ser que a cualquiera le estén robando, ya no hay lugar tranquilo en Tucumán.
Vayamos adonde vayamos es peligroso. A través del grupo avisamos donde vamos, nos hacemos el aguante, ponemos pausa y nos encontramos para ir juntos, si podemos nos damos una mano siempre”, cierra. La marea roja está organizada y dijo basta.
La movilización de la marea roja en Tucumán: