“Hoy es un día de celebración. No hay que silbar a nadie, se puede pensar distinto“, dijo el presidente Alberto Fernández, luego de agradecer la presencia del gobernador, el radical Rodolfo Suarez, en el acto en que se oficializó la vuelta del tren de pasajeros a Mendoza, que será más lento que cuando dejó de circular 30 años atrás.
Pero el gesto más potente de la visita presidencial a la provincia fue que la comitiva se unió el ministro de Economía, Sergio Massa, después de la reunión con banqueros y representantes del mundo financiero para frenar el alza del dólar.
La foto entre ambos se produjo, además, en medio de rumores de internas y distanciamiento del ministro con el Presidente, como consecuencia de los malos resultados económicos y algunas diferencias políticas. Encima en la mañana de este miércoles se sumaron de las duras declaraciones de la titular de AySA y esposa del tigrense, Malena Galmarini, que apuntó contra el entorno del mandatario y aseguró que las “operaciones políticas” contra la gestión económica “vienen de la Casa Rosada”.
Para bajar el ruido Alberto y Massa se saludaron en público con un abrazo. El ministro mantuvo el silencio, pero el cierre del discurso presidencial en el acto dejó una frase sugerente en medio de los cortocircuitos evidentes en el entramado oficialista.
Alberto mencionó lo que dijo era un sueño personal: “Antonio Cafiero solía decir que quien sueña solo, solo sueña. Pero quien sueña con otros, puede cambiar el mundo“. Y enfatizó un planteo en esa línea: “¿Saben lo que les pido compañeros? No me dejen soñando solo con la utopía de la igualdad”.
El acto por el regreso del tren a Mendoza arrancó con casi dos horas de demora, cerca de las 14 de este miércoles. Arriba de la formación que había salido el lunes a la noche de Retiro viajaron unos metros Alberto Fernández, Massa; el ministro de Transporte, Diego Giuliano, y el presidente de Trenes Argentinos, Martín Fabio Marinucci.
“Estamos celebrando que el tren ha llegado a Mendoza y es un logro. Muchos creyeron que íbamos a vender una mentira pero acá está el tren“, dijo Fernández, frente a militantes kirchneristas y trabajadores ferroviarios que participaron del acto en el caluroso mediodía mendocino.
Y, aunque una frecuencia semanal no generará muchos nuevos empleos en la localidad mendocina donde arribara el tren, el Presidente se alegró porque: “Palmira dejará de ser una ciudad fantasma donde deambulaba gente sin trabajo”.
El presidente recordó como una crítica la triste célebre frase de Carlos Menem “ramal que para, ramal que cierra“, y auguró que desde el primer día su gestión se propuso que “la Argentina sea federal”.
“Hoy tenemos que estar muy felices porque este tren que cruza el país es un tren que nos está uniendo”, afirmó Fernández, Y comparó este momento con la campaña libertadora de América. “Es una ironía, pero este es el tren de la vía San Martín y una vez más San Martín vuelve a Mendoza en nombre de tren”, apuntó.
Elogió su gestión de gobierno: “En cualquier rincón de la patria hay obras. Está el Estado presente llevando salud, transporte, educación. Hay que recordar y tener memoria, porque cuando nosotros llegamos quisimos que este tren funcione y otros durante muchos años lo dejaron abandonado”, dijo el Presidente.
Admitió, al menos, que la situación económica es compleja. “Estamos en un presente muy complejo, en un mundo muy difícil. Cuando creíamos que habíamos pasado la pandemia y la guerra había quedado atrás, apareció la sequía, pero no paramos”.
En tono electoral, reclamó a los ciudadanos que sean “capaces de elegir adecuadamente, recordar y tener memoria porque cuando llegamos quisimos que este tren funcione, que haya hospitales y escuelas, que haya igualdad”.
