Actualmente, por una cuestión de capacidad y demanda, Argentina emite parte de sus billetes en el país y otra, en casas de monedas del exterior (principalmente, de Brasil, de China y de España). Sin embargo, Ámbito pudo saber que, pronto (más precisamente a fines de este año), nuestro país podrá convertirse en exportador de papeles monetarios y dejar de importar los propios.
Sucede que Casa de Moneda Argentina (CMA), la empresa pública dedicada a la impresión de billetes, adquirió recientemente una máquina alemana que está siendo ensamblada y que permite imprimir a doble faz, a diferencia de cómo se hace actualmente, que es de a una cara por vez.
“Eso acelerará mucho los tiempos y la capacidad de impresión de la entidad, por lo que le daría la posibilidad de proveer incluso a otros bancos centrales del mundo”, destaca una fuente experta en política monetaria a Ámbito.
De hecho, según supo este medio, hubo conversaciones con Paraguay, por ejemplo, para proveer de billetes a ese país. Sin embargo, aún es un proyecto incipiente porque la máquina de emisión a doble faz mencionada no está en funcionamiento todavía. Pero, en pocos meses, lo estará y la Argentina contará con las herramientas necesarias para hacerlo.
Nuevos billetes: ¿qué pasa con su salida?
Asimismo, este nuevo equipamiento podría usarse para completar este año la impresión de la familia de los nuevos billetes “Heroínas y héroes de la Patria”, que está incompleta por ahora. Recordemos que, en julio de este año, ya salió a la calle el de $1.000, con la imagen de San Martín. Pero, tal como anunció hace meses el Banco Central (BCRA), aún falta que salgan el de $200, con la imagen de Martín Miguel de Güemes y Juana Azurduy, y María Remedios del Valle se sumará a Manuel Belgrano en el de $500, ya que este último es la figura que ilustra el primer diseño de ese papel.
Los nuevos diseños no reemplazarán a los anteriores, sino que coexistirán por algún tiempo y el proceso de sustitución se hará de manera paulatina a medida que los viejos vayan saliendo de circulación por desgaste.
La emisión y puesta en circulación está prevista para este año, aunque quedan pocos meses y muy complejos por delante, dado el contexto electoral. Eso implica que podrían demorarse un poco, y, sin necesidad de aplicar prórrogas a los contratos firmados, dado que, según pudo saber este medio, el período establecido para la emisión de los mismos es entre julio de 2023 y abril de 2024.
“Lo lógico sería que se imprimieran este año para completar la familia tal como se anunció, sobre todo dado el hecho de que son billetes de baja denominación que coexistirán con los diseños existentes hasta ahora y no requieren fuertes cantidades dinerarias para su puesta en circulación”, opina una fuente especializada en el tema.
En ese caso, la nueva máquina que imprime doble faz podría ayudar a apurar los tiempos de salida dentro de lo acordado entre Casa de Moneda, a cargo de su presidente Ángel Mario Elettore, y BCRA, entidad que preside Miguel Pesce.
Costos de los nuevos billetes
El costo de impresión de los nuevos billetes ronda los u$s100 por millar, según datos oficiales. Los de Eva Perón, Martín de Güemes y Juana Azurduy, y el de Del Valle y Belgrano tienen un valor de producción de u$s99 por millar, y el de San Martín, u$s120,33.
Cabe aclarar que los contratos entre el BCRA y Casa de Moneda están expresados en dólares, pero se abonan en pesos, utilizando para su conversión la paridad de cierre tipo vendedor publicado en el Banco Nación del último día anterior a la fecha de efectivo pago.
La totalidad de los contratos de provisión de billetes terminados se realizan con la Casa de Moneda. No obstante, como en otras oportunidades, se prevé realizar subcontrataciones parciales de los procesos de fabricación que exceden la capacidad instalada en su planta, para lo cual cuenta con autorización del BCRA. El hecho de empezar a imprimirlos todos a nivel local y de hacerlo de manera más rápida podría ayudar a reducir el costo de emisión.
Calidad de los billetes locales
Los últimos pasos de CMA parecen demostrar que está enfocada en su compromiso con el desarrollo de la política monetaria local, dado que, a la nueva máquina adquirida, se suma el hecho de que consiguió las certificaciones en las normas ISO 37.001 Antisoborno y la ISO 37.301 de Compliance y se convirtió en la única Casa de Moneda a nivel mundial en certificar ambas normas, que apuntan a la identificación y reducción de riesgos,
Asimismo, el billete de San Martín fue destacado a nivel regional por sus medidas de seguridad. Y es que recibió el reconocimiento como el mejor billete regional de 2023 en el marco de la Conferencia de High Security Printing (Impresión de Alta Seguridad), que se realizó hace algunos meses en Chile.
Sin embargo, no es menos cierto que hubo muchas críticas al lanzamiento de los nuevos billetes porque muchas voces consideran que, en lugar de reemplazar los diseños que ya existen habría que emitir otros de mayor denominación, como uno de $5.000 y $10.000, dada la fuerte inflación reinante, que redunda en una elevada nominalidad de la economía.
Pese a las reiteradas presiones del mercado en ese sentido y, principalmente, de los bancos, que se quejan por los costos y dificultades de logística que les genera la baja nominalidad de los billetes (ya que el más alto es el de $2.000 y equivale a poco menos de u$s3,5 en el mercado del blue), el Gobierno se resiste a avanzar en ese sentido.