En una nueva presentación solicitando la formación de Jurado de Enjuiciamiento en contra del titular del Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la IV° Nominación, Dr. Orlando Velio Stoyanoff Isas de parte del Dr. Gustavo Morales, se pidió que se dicte día y horario para que se trate el hecho denunciado de público y notorio conocimiento en el que incurrió el magistrado cuestionado durante el viernes de la semana pasada.
En ese sentido, cabe señalar que las causales por las que se pide el juicio político son las de “comisión de delitos comunes in fraganti” y “mala conducta”. Cabe mencionar que el primero de ellos se da en los términos del artículo 47 de la Constitución de la provincia de Tucumán, mientras que el segundo es conforme a lo establecido en el artículo 112 también de la Carta Magna local y en concordancia con el artículo 20 inciso 1° de la Ley Provincial N° 8734.
Pero eso no es todo, ya que como si fuera poco, en el pedido de juicio político se deja asentado de modo fehaciente que el magistrado Stoyanoff Isas cometió los presuntos delitos de “amenazas” en los términos del artículo 149 bis primer párrafo del Código Penal, así como el supuesto delito de violación de los deberes de funcionario público en orden al artículo 249 del Código Penal. Por lo que se trata de graves sus acusaciones en contra del magistrado.
Es por este hecho que se encuentra configurada una de las hipótesis de destitución contenida en el artículo 41 de la Constitución de Tucumán, razón por la cual corresponde comenzar el proceso de remoción en contra del polémico juez. Entonces se hace necesario que se disponga su expulsión por medio de un Jurado de enjuiciamiento. Basta contemplar la extrema violencia callejera en la que incursionó el magistrado Orlando Velio Stoyanoff Isas.
Y es que el mismo hecho fue producto, no sólo de la falta de control de sus frenos inhibitorios, sino también de una conducta destemplada a causa del profundo desprecio del juez hacia el prójimo, que se magnifica por tratarse de un magistrado. Y es que, a causa del cargo que ocupa, debe mostrar templanza, decencia y circunspección no sólo en su vida pública, sino también en lo que hace a la vida privada.
Por otra parte, cabe destacar que todo trabajo bien hecho, al igual que el esfuerzo denodado, termina siendo bien recompensado teniendo en cuenta que ya se produjo el llamado para Gustavo Morales de parte de la Legislatura provincial para ratificar. Lo cual deja evidenciado que este caso se está moviendo con demasiada rapidez razón, por la cual crecen las sospechas y la sensación acerca de que el polémico juez tendría los días contados en el cargo.
Y es que es inadmisible desde todo punto de vista que un magistrado, en calidad de representante de la Justicia de Tucumán, se permita actuar de la manera violenta y salvaje como lo hizo hace exactamente una semana. No hay manera de que el hecho en el cual tuvo una clara y contundente participación pueda pasar desapercibido y, sobre todo, quedar impune. Es por ello que es necesario que el juicio político sea activado y que se proceda con su destitución.
